*Por Voces Unidas
Fuentes aseguran que los cambios frecuentes evidencian la falta de confianza del dictador Daniel Ortega en una ciudad que le dio dolores de cabeza después del levantamiento social del 2018 y lo ha declarado “non grato” en sus calles.
Daniel Ortega continúa haciendo desfilar por la jefatura policial de Masaya a diferentes comisionados leales a su régimen, a quienes se les señala de perpetrar faltas graves y delitos considerados de lesa humanidad en contra de la población nicaragüense. Al parecer, su servilismo no los ha hecho inmunes a ser defenestrados de sus cargos dentro de esta institución sancionada en 2020 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Recientemente empezó a circular una nota de prensa publicada el pasado 26 de abril en el sitio web del Poder Judicial de Nicaragua, en la que se confirma el nombramiento del nuevo jefe policial de la delegación de Masaya quien reemplazaría al comisionado general Pedro Rodríguez Argueta, designado por Ortega en este cargo desde el 25 de marzo de 2023. Se trata del subcomisionado Orlando Castro Rayo.
A pesar que la institución policial aún no confirma el cambio de jefatura en la ciudad de Masaya, a Rodríguez Argueta, no se la ha visto más en público desde el pasado 17 de abril cuando participó por última vez junto al Poder Judicial durante un acto de esta institución para juramentar a los nuevos Facilitadores Judiciales de esta ciudad. Este cambio oficializa que, el ahora destronado comisionado de Masaya no duró ni un mes en el cargo.
Masaya: Tres comisionados en un año
Durante las últimas destituciones de comisionados en esta ciudad, reconocida como bastión de resistencia durante las protestas antigubernamentales de 2018, la institución policial ha mantenido un celoso “secretismo” sobre los cambios de jefatura que resultan sorpresivos, por el incremento de funcionarios sandinistas removidos y depuestos de sus cargos en todo el país.
El comisionado Rodríguez Argueta, habría llegado a Masaya el pasado mes de marzo luego de durar menos de 10 meses como jefe policial del Triángulo Minero y los municipios de Prinzapolka y Mulukukú, en el Caribe nicaragüense, sin conocerse los motivos. En 2018 estuvo en Carazo dirigiendo la criminal “operación limpieza” de tranques, que dejó un saldo de más de 20 manifestantes asesinados.
Rodríguez Argueta apareció por primera vez en la ciudad del folklore nicaragüense, el pasado 28 de abril, para brindar información a medios oficialistas sobre la captura de nueve delincuentes. Su llegada al frente de esta delegación policial confirmó la “caída en desgracia” del sancionado comisionado general Juan Valle Valle, conocido como un fiel y leal servidor de las órdenes de Daniel Ortega para reprimir a la población nicaragüense, quien ostentaba el mismo cargo desde junio del año pasado.
Valle Valle, señalado de reprimir a devotos de San Jerónimo en septiembre del año pasado, estuvo a cargo de la Dirección de la Brigada de Tránsito de Managua y el 13 de febrero del 2022 fue nombrado jefe de la Dirección de Seguridad Pública Nacional, para meses después, ocupar un nuevo puesto y de suma confianza para Daniel Ortega en Masaya. Pero igual fue removido.
Comisionados caen en desgracia
Su llegada destronó al comisionado general Luis Fernando Barrantes, designado jefe de la delegación departamental de Masaya desde diciembre de 2018, cuando sustituyó al sancionado y paramilitar, Ramón Avellán, a quien Estados Unidos lo acusa de 107 asesinatos de opositores, mientras Ortega lo premió en agosto de ese año, al nombrarlo como otro subdirector de la Policía Nacional.
A finales de enero de este año, Ortega nombró a Barrantes como jefe departamental de la Policía en Matagalpa en sustitución del comisionado general Sergio Gutiérrez. Barrantes ostentó este cargo por apenas tres meses luego que en abril pasado, fuera destituido “silenciosamente” por órdenes de los dictadores nicaragüenses.