La última encuesta de la firma CID Gallup, realizada entre el 16 y 19 de marzo, reflejó que entre siete y ocho de cada diez nicaragüenses no está de acuerdo con las medidas que ha adoptado el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ante la amenaza de la pandemia del COVID-19 en Nicaragua.
La encuesta fue hecha a través de la plataforma de Facebook y respondida por 3.086 nicaragüenses, muestra una percepción negativa de la ciudadanía sobre “la no toma de medidas” de parte del régimen orteguista que, contrario a las recomendaciones de la OMS, ha convocado a concentraciones masivas, se niega a cerrar las fronteras, a cancelar clases presenciales en colegios públicos, o decretar una cuarentena.
Un 65% de los encuestados afirma no tiene ninguna confianza en las medidas adoptadas por el régimen y 11% tiene poca confianza, y solamente 16% tienen mucha confianza y 8% algo de confianza.
Sumado a esto, un 58% de la población no tiene confianza en que las autoridades de salud puedan hacer frente a esta enfermedad, y un 20% dijo tener poca confianza.
Solamente un 15% dijo tener mucha confianza y un 7% respondió que tiene algo de confianza.
La desconfianza, explica el sondeo, es mayor entre los encuestados menores de 30 años y aquellos que tienen estudios superiores.
La mayoría de ciudadanos consultados tiene mucha preocupación de ser infectados por el COVID-19 en las comunidades que residen. Un 57% reportó estar muy preocupado, mientras un 25% dijo sentirse algo preocupado, detalla el sondeo.
Únicamente una minoría aseguró temer poco (12%) o nada (6%) a un riesgo de contagio en su barrio o comunidad.
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Según la firma encuestadora, quienes muestran mayor preocupación son las personas con estudios superiores y mayores de 25 años.
Por otro lado, nueve de cada diez encuestados mencionó haber tomado algún tipo de medida contra el COVID-19. Sin embargo, las personas de 18 a 24 años y aquellos que no cursaron la universidad son quienes mencionan no haber tomado precauciones.
Un 94% de los encuestados afirmó que continúa asistiendo a sus lugares de trabajo.
El 52% cree que su economía estará igual en el futuro, un 45% dice que estará peor y solamente 3% opina que su situación mejorará.
Dos terceras partes de los entrevistados afirmó que pueden sobrevivir económicamente un máximo de seis semanas en caso de mantenerse la situación actual con el COVID-19, mientras uno de cada diez encuestados respondió que no tienen reservas y que en apenas una semana se quedarán en situación precaria.