Opinión / Ensayos · 03/02/2022

En Defensa de mis Almas Maters

Me gradué de abogado en la UPONIC, donde más tarde fui Coordinador Académico de la Facultad de Derecho. Egresé de la UML en dos carreras más, Administración de Empresas y Licenciatura en Ciencias de la educación con énfasis en inglés. Aprobé 9 posgrados en las ramas penal, laboral y familia, en distintas Universidades como LA UHISPAN, UML, ICES, PAULO FREYRE, INSTITUTO SUPERIOR  DE ALTOS ESTUDIOS JUDICIALES, Y OTRAS.

Hoy me levanté con la noticia funesta que el Innombrable cerró 4 universidades después que empezó con la UHISPAN.

Entre ellas cerró la UPONIC Y LA PAULO FREYRE. Universidades de grata recordación igual que la UHISPAN.

Al dar estos zarpazos contra estas Casas de estudios superiores, confirma su desprecio por la educación, la cual jamás recibió ni concluyó.

La Dictadura ORTEGAMURILLO, desprecia la educación. Y confirma su emulación a aquella sangrienta dictadura de POLPOT Y LENG SARY, que en Kampuchea mandó a sembrar arroz a todos los profesionales e intelectuales.

El obtuso Dictador, iguala y supera con estas acciones al Tirano Pinochet que entre 1973 a 1976 llevó a cabo lo que definió como intervención y depuración en las universidades chilenas.

El Tirano nicaragüense, bayunko y miserable de espíritu, superó en perversidad a la Dictadura de Argentina que persiguió y asesinó a profesores e investigadores universitarios a partir del golpe militar de 1976.

El cruel y perverso Dictador nicaragüense, acrecentó la maldad del dictador español Franco que en el primer tercio del siglo XX asestó una puñalada a la autonomía universitaria, expulsó académicos supuestamente para depurar las universidades.

Que ironía. El FSLN nació y se desarrolló aprovechándose de la autonomía universitaria. Se apoderó de las instituciones educativas superiores y creó una cáfila de líderes estudiantiles, vagos, para manipular a la juventud nicaragüense de ese entonces.

Hoy, dejando incluso muy atrás a Somoza, a quien no se le ocurrió estas barbaridades ni en lo fino de la insurrección, el despreciable Dictador Ortega apuñala sin piedad la educación superior, entierra la Autonomía Universitaria culminando así un largo proceso de odio a esta juventud que se levantó con la bandera azul y blanco reclamando libertad y  democracia.

Primero en las protestas, le sacó los ojos dejando ciegos a muchos estudiantes universitarios.

Después fríamente en esos días de abril ordenó matar a los estudiantes.

Enseguida exilió una gran masa de jóvenes universitarios que tuvieron que interrumpir sus estudios.

Luego les borró sus notas, eliminó sus expedientes.

Y ahora como tiro de gracia cierra las Casas de estudios a su capricho imperial.

Es evidente que no existe armonía entre la educación libre y la dictadura Orteguista. Dicho sea de paso, el mismo no tiene un título universitario. Quizás este sea también una razón más o complejo de odiar tanto a los profesionales, estudiantes y casas de estudios superiores.

La autonomía universitaria no surgió en el mundo para convivir con Caligulas y Nerones.

En las Universidades hierven las distintas  ideas bajo la sombra del árbol de la libertad de pensamiento, de libertad de cátedra y de expresión.

Aquí germinan los más avanzados conocimientos de las ciencias sociales y naturales.

En las universidades cristalizan los nuevos descubrimientos, teorías y ensayos. Y se custodia pues la ciencia, tesoro valioso de la humanidad.

Qué clase de engendro es este demonio de dictador.

Mi solidaridad con todas las casas de estudios superiores, en especial con aquellas que me dieron el pan del saber.

Y tengo la profunda convicción que con la nueva Nicaragua, una vez derrocada la dictadura, surgirán renovadas y con fuerza centuplicadas todas y cada una de estas universidades que hoy han sido clausuradas.

A la Educación por la libertad.

Realmente en Nicaragua no gobierna ni siquiera la mediocridad, sino la perversidad y la estupidez humana.

Provincia de san José, Costa Rica.

2 de febrero 2022

Dr. Danilo Martínez