Opinión / Ensayos · 26/08/2021

Afganistán / 26 de agosto de 2021

La frontera de Afganistán con Pakistán (conocida como Línea Durand, creada a finales del siglo XIX para delimitar intereses británicos y rusos en la zona) es muy montañosa: allí se encuentra el macizo de Hindu Kush, que va desde el centro afgano hasta el noroeste paquistaní. El pico más alto es el Noshaq, con 7.492 metros sobre el nivel del mar.

Multitud de ríos nacen en estas montañas y llegan a los países limítrofes, abasteciéndolos de agua. La mayor parte de la población afgana vive en torno a Kabul y el río que llega a esta ciudad. La población rural representa casi el 75% del total. El resto de la orografía del país presenta valles y amplios desiertos.

Una población muy joven

En Afganistán hay 38,9 millones de habitantes (2020, Banco Mundial). Por sexo, las cifras son parecidas: los hombres son el 51,3% del total, y las mujeres el 48,7%. La tasa de natalidad media es de cinco hijos por mujer. La media de edad es de 19 años y el 42,5% tiene 14 o menos años. La esperanza de vida es de 65 años.

Mapa étnico

Afganistán es un gran mosaico de etnias. La mayoritaria es la pastún, a la que pertenece el 42% de la población. Los talibanes son mayoritariamente de esta etnia. Los pastunes se extienden por buena parte del país, y especialmente al sur y sureste. Más allá de Afganistán, esta etnia también se encuentra muy enraizada en Pakistán.

Durante décadas, la violencia étnica ha estado presente en el país. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas recibió denuncias en los años noventa sobre crímenes de guerra cometidos por los talibanes contra tayikos, uzbekos, hazaras y otras minorías.

El cultivo de opio, principal fuente de ingresos

Afganistán produce el 70% (unas 3.300 toneladas al año) del total mundial de opio (Informe Mundial sobre las Drogas, UNODC 2016). Para gran parte de su población agrícola, el cultivo de opio supone la única fuente de ingresos. Según Naciones Unidas, en 2020 los talibanes obtuvieron US$ 472 millones de dólares de la comercialización del opio.

La minería

Se estima que hay 1.400 tipos de minerales en Afganistán, entre ellos hierro, cobre, litio, cobalto y tierras raras. El litio, usado para fabricar las baterías de móviles y ordenadores tiene una altísima demanda. Las tierras raras son un grupo de elementos químicos usados en la fabricación de productos tecnológicos y armamento.

Un informe del Gobierno afgano en 2017 calculaba que la riqueza mineral del país es de unos tres billones de dólares. Las reservas minerales, no explotadas en los últimos años, suponen un gran atractivo para el resto de países; principalmente China, Rusia y Pakistán negocian con Afganistán para obtener mejores condiciones en el acceso a estas materias primas.

Pobreza y empleo

Afganistán es uno de los países más pobres del mundo: el 47% de su población vive en situación de pobreza y el 30% sufre hambre. La tasa de desempleo está en torno al 60% de la población activa. El sueldo mensual medio es de 17.600 afganis (unos 225 dólares). Las mujeres son las que se llevan la peor parte. Su participación en la toma de decisiones es limitada y el acceso al mercado laboral ínfimo.

Desplazados y refugiados

El avance y la toma de Afganistán por parte de los talibanes ha disparado el número de desplazados internos en el país; así lo refleja el informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) publicado el 16 de agosto. Entre el 1 de enero de 2021 y el 16 de agosto, el número de desplazados internos aumentó en 550.780, coincidiendo con el avance talibán; el 60% de los afectados son niñas y niños menores, según el organismo. Desde 2012, 3,795.750 personas han sufrido esta situación.

Los refugiados y demandantes de asilo afganos en otros países ascendían, a 31 de diciembre de 2020, a 2,2 millones aproximadamente, según ACNUR. Sin embargo, la gran mayoría de ellos se encuentra en países vecinos. Alrededor del 90% de los refugiados afganos en el mundo se concentran en Pakistán (1.448.100) e Irán (780.000).

Europa, por tanto, no ha sido el destino donde más afganos han llegado en busca de asilo a lo largo de los años. En 2020, de las 472.000 solicitudes recibidas, 44.200 fueron de personas con origen en Afganistán (10,6%) según la Comisión Europea.

Pakistán-Afganistán

Los dirigentes paquistaníes no han disimulado su alegría por el cambio de régimen en el vecino Afganistán. El primer ministro, Imran Khan celebró que los afganos hubieran “roto las cadenas de la esclavitud”.

A medio plazo, el triunfo talibán puede causar a Pakistán tensiones internas y externas, como las que ya vivió en la primera década de este siglo. En el corto plazo, es el éxodo de refugiados

Pakistán siempre buscó un Gobierno afín en Kabul que le diera profundidad estratégica frente a la India, un rival con el que ha mantenido cuatro guerras desde la partición en 1947, tras la independencia del Reino Unido. Pakistán y la India tienen 2,640 kilómetros de frontera común.

También las afinidades tribales pueden viajar en sentido contrario. Aunque los talibanes afganos se presentan ahora como un movimiento de liberación nacional abierto al resto de las comunidades étnicas y religiosas, sus bases y sus dirigentes siguen siendo mayoritariamente pastunes, al igual que buena parte de los paquistaníes que residen al otro lado de la frontera. Ni los nacionalistas pastunes, en el norte, ni los separatistas baluches, en el sur, reconocen esa demarcación, la llamada Línea Durand, que trazaron los británicos en 1893.

Desde que EEUU echó del poder afganos a los talibanes en 2001, el yihadismo también se ha extendido fuera de la región. La posibilidad de que el nuevo régimen talibán les sirva de retaguardia, alarma no solo a los países occidentales, sino también a importantes aliados de Pakistán como Arabia Saudí y China. Es previsible que tanto Riad (capital de Arabia Saudí) como Pekín presionen a Islamabad (capital de Pakistán) para que los talibanes dejen de apoyar a grupos yihadistas con objetivos fuera de las fronteras afganas.

A diferencia de cuando los talibanes se hicieron con el poder en 1996, Pakistán no ha decidido aún sobre un eventual reconocimiento del grupo, al que Naciones Unidas calificó de terrorista en 1999. Al día siguiente de la entrada en Kabul de los talibanes, el ministro paquistaní de Información, Fawad Chaudhry, declaró que van a consultar antes con las potencias regionales e internacionales. Islamabad, precisó, no contempla una “decisión unilateral”.