Destacados / Nacionales · 22/05/2023

Al menos 300 familias miskitas nicaragüenses viven en extrema pobreza en Costa Rica

Jhoswel Martínez, presidente de la Asociación Intercultural de Derechos Humanos (ASIDEHU), lanzó este lunes 22 de mayo una alerta de auxilio para la población de miskitos nicaragüenses que viven exiliados en Costa Rica en situación de extrema pobreza.

Martínez comentó que al menos 300 familias miskitas viven en extrema pobreza en San José, Costa Rica. “Hemos tenido constatación de al menos 300 familias miskitas, familias numerosas, lo que implica miles de miskitos que han emigrado a Costa Rica por situación de sus vivencias en territorio indígenas (en Nicaragua) que van desde ataques por parte de los colonos, intento de sobrevivencia y la negligencia por parte del Estado para con ellos, que les obliga a migrar”, relató Martínez a La Mesa Redonda.

Las vivencias de estas comunidades no son vivencias bonitas, son situaciones precarias, son situaciones de ni siquiera decir sobrevivencia porque les cuesta hasta sobrevivir”, añadió.

El defensor de Derechos Humanos, indicó que los miskitos nicaragüenses viven hacinados en asentamientos en La Carpio y en otras ciudades de Costa Rica, “trabajando a duras penas en situación precaria, sin la posibilidad de tener un seguro social, sin la posibilidad de tener el salario mínimo. Trabajan bajo un pago miserable, 12 horas al día en condiciones inhumanas”.

En el caso de los niños miskitos asisten a escuelas públicas, pero que sus padres no tienen para el pasaje del autobús que los lleva a los centros de estudio. ASIDEHU incluso ha otorgado una ayuda limitada a varios miskitos para pasajes de autobús.

Desgraciadamente ASIDEHU no cuenta con los recursos, al ser una organización joven, que trabaja temas legales, no estamos en una cobertura de atención humanitaria, aunque lo quisiéramos. Para ello requeriríamos el apoyo tanto de la comunidad, que nos pueda colaborar para hacerles llegar ese granito de arena a las comunidades miskitas, o bien que la misma audiencia se los lleve directamente, ya sea que nosotros sirvamos de puente”, dijo Martínez.

Los miskitos sobreviven de la venta de pan, trabajos informales y ocasionales, trabajos de limpieza, que no les permite pagar la renta de los lugares donde están ubicados.

Ahorita urge apoyar a estas comunidades en el pago de la renta, a muchos ya los están sacando de las casas, no tienen para pagar la renta, tiene hasta seis meses acumulados de renta y los arrendadores no los han corrido porque son conscientes de su situación, pero igual tenés que pagar esa renta, tienen que pagar los servicios de agua y luz, no tienen ni para los uniformes (de sus hijos). No tienen ni para comer”, relató Martínez.

EL IDIOMA, OTRA BARRERA

Otro obstáculo es el idioma, señaló Martínez. “Existe una barrera del idioma gravísimo. Muchas personas miskitas indígenas desconocen cómo hablar el español de una manera más amplia, no pueden hablarlo de manera fluida. Por esa imposibilidad, ellos han sido víctimas de estafa, de robo, de situación precaria en la que se encuentran”, contó.

El no saber hablar el español es otra barrera que tienen que trabajar. Costa Rica no se va a adaptar a los indígenas migrantes, el migrante se tiene que adaptar a Costa Rica en general”, continuó Martínez que adelantó que darán clases del idioma a los miskitos migrantes y también clases de ocupación técnica para que puedan trabajar en otras áreas.

Se debe desde la comunidad internacional, con urgencia, apoyar a Costa Rica para que pueda dar esa capacidad de atención y garantía de derechos humanos que merecemos las personas migrantes”, agregó.

Para apoyar a estas comunidades indígenas usted puede llamar (506) 7092 8327 ó 8739 9100 para más información.