Destacados / Nacionales · 12/09/2022

Alertan que personas presas políticas podrían sufrir “secuelas irreparables” por condiciones carcelarias “devastadoras”

La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ) conformada por abogados independientes alertó que las personas presas políticas en Nicaragua podrían sufrir “secuelas irreparables” por las condiciones carcelarias “devastadoras” en el país.

En un comunicado, la UDJ manifestó su “profunda preocupación” por el “daño psicológico, emocional y físico al que están siendo sometidas las personas presas políticas, y el riesgo de provocarles secuelas irreparables, múltiples trastornos mentales y físicos, empobrecimiento de sus habilidades sociales, fractura de su autoestima, entre muchos otros efectos”.

El régimen carcelario que enfrentan las personas presas políticas dentro de los centros penitenciarios y la Dirección de Auxilio Judicial en Nicaragua violenta su integridad personal y sus derechos humanos fundamentales que se encuentran enumerados en los diferentes Instrumentos Internacionales en la materia. Gozar de integridad personal es un derecho fundamental de aplicación inmediata que garantiza a todas las personas estar protegidas contra actos injustos que perjudiquen o deterioren su salud física o psíquica”, apuntaron los abogados, indicando que las condiciones carcelarias en Nicaragua “son devastadoras”.

La UDJ destacó que la exposición de 27 personas presas políticas los días 30 y 31de agosto y 1 de septiembre del año en curso, logró constatar:

1. La presentación de las personas presas políticas, en lugar de ser una prueba de vida, bienestar y buena salud que pretendió el Poder Judicial y la Policía Nacional, fue una prueba de las condiciones precarias a las que son sometidos y el deterioro de su salud física y mental. Esto se constata con su palidez generalizada con enrojecimiento y resequedad en piel de rostros y brazos, miradas sostenidas y perdidas; se observa en algunas de las personas una desproporción corporal secundaria a la baja súbita y prolongada de peso (cabezas y orejas prominentes, pómulos sobresalientes, ojeras y enrojecimiento en el contorno de los ojos y pérdida de masa muscular), así como dificultad para caminar, entre otros.

2. Los testimonios brindados por los familiares durante los más de 14 meses de detención y los retratos hablados que presentaron, fueron coincidentes con lo visto en los medios oficialistas, por lo que se confirman las graves condiciones y privaciones en las que se encuentran sometidas las personas presas políticas en Nicaragua desde su detención hasta la fecha.

3. Con base en estos testimonios, se ha logrado identificar diversas prácticas ejecutadas por los funcionarios de la Dirección de Auxilio Judicial que están enfocadas en la restricción parcial o total de estímulos, aplicada en uno o varios sentidos, cuyo objetivo es la Supresión Sensorial. Esta supresión puede conllevar a la afectación del funcionamiento psicológico de las personas presas políticas y deprimir sus sistemas inmunológicos generando alteraciones y expresiones somáticas a nivel de los órganos sensoriales, tales como pérdida o disminución de la visión, audición y olfato.

Entre estas prácticas encontró:

Ø De manera general las personas presas políticas permanecen en celdas oscuras1 o con luz encendida todo el día, húmedas, con zancudos y alacranes; han sido privados del acceso de luz solar que ha generado deficiencia de vitamina D3, logrando visualizar en ellos una piel apagada y de aspecto/tono cetrino.

Ø Tienen prohibido comunicarse entre ellos, no les permiten cobijas, almohadas, les controlan la ingesta alimenticia5 así como las bebidas que les llevan sus familiares. Les niegan por varios días artículos de aseo personal como son papel higiénico, shampoo, jabón, entre otros; los mantienen con el mismo uniforme durante una semana o 15 días y solo permiten dos cambios de ropa interior por semana.

Ø Algunas personas presas políticas han sido sometidas a permanecer en celdas de castigo de tamaño reducido (2x2mts ó 4x4mts), celdas empernadas y/o en aislamiento.

Ø Se les ha denegado de manera continua de sus vínculos madre-padre-hijos e hijas, ocasionando alteración en sus procesos cognitivos, afectivos y volitivos. Esta situación puede generar en ellos una depresión ansiosa depresiva grave en el mediano y largo plazo.

4. Los espacios pequeños en los que se encuentran, la falta de actividades como lectura, interacción de tipo lúdica, entre otros, genera un estado de sedentarismos el cual provoca tensión muscular que se ha manifestado en agarrotamiento de los distintos grupos musculares, lumbalgia y otros padecimientos (según los testimonios de los familiares). La escasez de movilidad se une a la ansiedad permanente, incertidumbre e impotencia, generando un estado de alerta constante en las personas presas políticas, lo cual provoca dolores de cabeza, cuello, espalda por la tensión acumulada.

5. La persona presa políticas al seguir siendo expuestas a la privación afectiva con sus seres queridos puede conllevar a una mayor inestabilidad emocional, sus relaciones, lazos o vínculos estarán muy debilitados, lo que como consecuencia puede generar una pérdida del sentido de pertenencia a los grupos sociales primarios.

6. Tanto al entrar como al salir del complejo judicial, se evidencia sobre exposición a medios de comunicación oficialistas en coordinación con la Policía Nacional para ser fotografiados y estigmatizados a través de la narrativa oficialista, violentándolos y sobre exponiéndoles, ubicándolos en un estado de vulnerabilidad e indefensión psicológico y social, cumpliéndose los criterios de “trato cruel, inhumano o degradante”.

Los abogados independientes reiteraron “el deber del Estado a través de sus instituciones, de garantizar el respeto de lo establecido en nuestra Constitución Política vigente, en la que se reconocen una serie de derechos fundamentales entre ellos, encontramos la dignidad humana, la vida digna, y la integridad personal, cuya protección cobra mayor entidad frente a las personas privadas de la libertad por razones políticas, respecto de quienes el Estado es garante”.