Destacados / Nacionales · 13/04/2023

Amanecen “pintas de abril” en Jinotega y orteguistas corren a borrarlas   

*Por Voces Unidas

Las pintas que demuestran que la resistencia cívica vive, vuelven a aparecer en la ciudad de Jinotega, con la leyenda: “pronto regresaremos, viva abril”, una acción de mucho valor para los opositores en un país donde el régimen Ortega-Murillo mantiene una severa represión. 

Es admirable que la gente haga saber que resiste en un país militarizado por policías y fanáticos armados que no piensan, matan”, dijo un jinotegano que se declaró contento con las pintas. “Es bueno saber que hay gente valiente que no se ha rendido”, dijo.

Los pobladores opositores, más conocidos como autoconvocados por no pertenecer a ningún partido, continúan demandando el fin de la dictadura sandinista, el retorno a la democracia y la libertad de presos políticos que aún están en las cárceles del régimen. 

Fanáticos corren a borrar 

En su paranoia acostumbrada, la Policía y militantes del Frente Sandinista, FSLN, se apresuraron a borrar las pintas, según confirmaron miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia en la ciudad de “Las brumas”.

Las pintas fueron colocadas en el costado norte del Club Social, en Jinotega.  Los autoconvocados, continúan en resistencia a pesar de la brutal persecución que han sufrido de parte de paramilitares, policías y la alcaldía orteguista.

Es importante mencionar que el barrio Sandino, de Jinotega, considerado bastión del orteguismo, en el 2018 se insurreccionó y la valentía de los jóvenes que resistieron fue tal, que se le llegó a llamar “el monimbó del norte”. 

La localidad, fue uno de las últimas trincheras que quitaron los policías y parapolicías durante la llamada operación limpieza, que se tradujo en asesinatos que todavía están en la impunidad. Para doblegar a manifestantes, los militantes orteguistas usaron armas de alto calibre frente a morteros y piedras de los ciudadanos.   

Varios jóvenes fueron asesinados, secuestrados y torturados y miles tuvieron que abandonar la ciudad para poder estar a salvo. “Esos que se fueron, son los mismos que hemos jurado volver a nuestra patria libre”, dijo un opositor jinotegano en el exilio.