Nacionales · 31/12/2020

Analista político: “Ortega está jugando las cartas para hacer un fraude electoral”

El analista político y economista Óscar René Vargas aseguró que el dictador Daniel Ortega se está preparando para realizar un “fraude electoral” en los comicios de noviembre de 2021 para asegura “dinastía Ortega-Murillo”, a como lo hizo en el pasado el también dictador Anastasio Somoza García.

“Ortega está en la lógica de crear la dinastía Ortega-Murillo. Ortega está aplicando la misma lógica que Somoza García que estableció una dinastía, que se la heredó a los Somoza Debayle”, dijo Vargas en entrevista con La Mesa Redonda.

El analista explicó que durante la dictadura de Somoza, este se alió con el gran capital de la época y los partidos zancudos “que eran los conservadores”; y ahora “es lo que quiere aplicar Ortega, porque también en ese entonces había fraudes electorales muy reconocidos internacionalmente”.

“Es el modelo que Ortega quiere replicar, alianza con el gran capital, alianza con partidos zancudos y fraude electoral, más represión y alianza con la Policía y el Ejército”, expresó Vargas.

Sobre cuáles serían esos partidos “zancudos” que se aliarían con Ortega, el analista mencionó al PLC, ALN, PLI, APRE, y “posiblemente” CxL.

Por otra parte, a juicio de Vargas la oposición que puede enfrentar a Ortega sería una “alrededor de la Coalición Nacional, la UNAB, y otros movimientos sociales”. Pero que como elemento común sea el de “derrocar a la dictadura” y no crear expectativas de candidatos, sino ponerse de acuerdo en los puntos básicos de lucha.

En este aspecto apuntó el de establecer calendarios de cumplimientos de demandas a la dictadura de Ortega, y, si a mayo de 2021 este no ha cumplido, denunciar que “la dictadura está montada en un proceso de fraude”.

No obstante, Vargas apuntó que a diferencia de Somoza, Ortega no cuenta con el beneplácito de Estados Unidos, quien le ha exigido realizar reformas electorales para un eventual proceso electoral libre, transparente, justo y con observación internacional, como salida a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018.