Nacionales · 24/03/2022

Analistas políticos advierten lo que se viene dentro de orteguismo tras rebelión de McFields

Dos analistas políticos advirtieron los efectos y consecuencias que traerá dentro de las filas del Frente Sandinista y de las instituciones del Estado, la sorpresiva rebelión del embajador Arturo McFields, quien ayer denunció a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo durante una sesión telemática del Consejo Permanente de la OEA.

Los analistas políticos y economistas Oscar René Vargas y Enrique Sáenz, expresaron de forma separada que la rebelión de McFields contra el régimen es un “duro golpe” para Ortega y Murillo, y demuestra la “implosión” de los funcionarios sandinistas.

Con la renuncia/denuncia del Embajador de la dictadura en la OEA, el régimen recibe un duro golpe que tendrá efectos colaterales entre los funcionarios tanto dentro de Nicaragua como en el exterior”, dijo Vargas a través de un escrito de opinión.

Mientras que, Sáenz dijo que “es previsible” que el régimen reaccione “de manera furibunda con una cacería de brujas”.

El golpe político está dado, en una lucha política el estado de ánimo de los adversarios es fundamental y este un golpe político que golpea el estado de ánimo de los seguidores Ortega. Puede alentar a quienes piensan o sienten como McFields, y por otro lado puede atemorizar a quienes siguen guardando una fidelidad total, lo que es definitivo es que una cacería de brujas vamos a tener”, afirmó.

LA IMPLOSIÓN ES LA ESTRATEGIA A SEGUIR

En ese sentido, Vargas sostiene que “para derrocar a la dictadura” sólo es posible a través de implementar “la estrategia de la implosión social; es decir,el movimiento social debería de actuar como las termitas, carcomiendo desde adentro los principales pilares de la dictadura”.

Queda claro que el trabajo político tiene que estar orientado a favorecer la implosión del régimen”, zanjó.

Y es que, McFields dijo tomar la palabra “en nombre de los miles de servidores públicos de todos los niveles, civiles y militares, de aquellos que hoy son obligados por el régimen de Nicaragua a fingir a llenar plazas y repetir consignas, porque si no lo hacen pierden su empleo”.

Quiero decirles que la gente de adentro… y la de afuera está cansada, cansada de la dictadura y de sus acciones, y cada vez van a ser más lo que digan basta”, declaró.

Para Sáenz, las palabras de McFields son la “confirmación de la existencia de malestares, de la existencia de inconformidades en círculos de poder de la dictadura”.

Para derrotar una dictadura es imperativo provocar fracturas en el bloque de poder y está sin ser una fractura es una fisura sobre la cual debemos trabajar con un discurso inteligente de brazos abiertos”, apuntó Sáenz.

Agregó que los trabajadores del Estado—a excepción de los asesinos y ladrones– “no están obligados a irse en el pozo con Ortega, que si queremos ir a una nueva Nicaragua, personas que hayan servido a la dictadura, pero que no sean ladrones ni asesinos, tienen un lugar en la construcción de la nueva Nicaragua democrática”.