Nacionales · 28/03/2022

Arturo McFields asegura que no puede “ni comer ni dormir” desde que se rebeló contra Ortega

El exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) Arturo McFields afirmó este lunes que no puede “comer ni dormir” desde que se rebeló la semana pasada contra la dictadura de Daniel Ortega, y lamentó haber recibido críticas de algunos sectores de la oposición nicaragüense.

Estoy en un proceso emocional muy fuerte y me duele mucho cuando personas que se llaman demócratas te dicen que no basta con lo que has hecho y que te tienes que arrastrar y pedir perdón. No saben por lo que estoy pasando”, contó a Efe en una entrevista telefónica.

Tras cinco meses como embajador ante la OEA, McFields se rebeló el 23 de marzo contra Ortega, denunció la dictadura en Nicaragua y exigió la liberación de los presos políticos, por lo que inmediatamente fue cesado del cargo.

McFields apuntó este lunes que su gesto ha recibido el respaldo de “la gran mayoría de nicaragüenses”, incluidas figuras como la poeta Gioconda Belli o la periodista Lucía Pineda, pero también ha sufrido una “campaña de desprestigio” de miembros de la oposición que no le perdonan haber formado parte del círculo de Ortega.

No basta con el trauma psicológico y que no puedo ni comer ni dormir. Tiene uno que arrastrarse por el suelo para ser digno del perdón”, reprochó McFields, quien opinó que “la división ha sido la gran causante de que en Nicaragua exista una dictadura”.

A raíz de su decisión, el exembajador dijo haber puesto “en riesgo” su vida y la de su familia, haber dado un “salto sin paracaídas” y haber perdido el “seguro médico” en Estados Unidos.

A quienes desde el entorno de Ortega lo acusan de ser un vendido de la CIA, McFields respondió que el único apoyo económico que tiene es el del trabajo de su esposa y el de una iglesia afroamericana de Washington.

De lo que hice no me arrepiento ni un centímetro. Lo hice por mí mismo, ahora me siento libre, sin cadenas, pero todavía estoy conmocionado”, afirmó.

Aunque no desgranó sus planes de futuro, señaló que el Departamento de Estado de EE.UU. le está ayudando a regularizar su situación migratoria, mientras que Ecuador le ha hecho una propuesta de asilo político.

McFields, periodista de profesión, fue nombrado en octubre del año pasado como embajador ante la OEA y, aseguró, por aquel entonces ya estaba “disconforme” con el Gobierno de Ortega, pero “no sabía cómo plantear esta disconformidad”.

Desde el primer día que llegué quería hacer algo por mi país, porque llega un momento en que te cansas de repetir consignas, te cansas de ponerte la camiseta y defender lo indefendible”, remarcó.

El exembajador explicó este lunes que los casos que lo impulsaron a dar un paso adelante fueron los arrestos de la activista Tamara Dávila y del periodista Miguel Mora, así como la muerte en prisión del exguerrillero sandinista Hugo Torres, a quien calificó de “héroe nacional”.

Desde que se rebeló contra Ortega, no responde el teléfono a nadie del régimen, ya que asegura que “las amenazas son usuales”.

*Con EFE