La Asamblea General del Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH) pidió este lunes 1° de mayo “justicia social y derechos laborales” para los trabajadores en Nicaragua, en el marco del Día Internacional del Trabajador.
En una declaración, CALIDH, organismo argentino fundado por el abogado nicaragüense Danny Ramírez-Ayérdiz, saludó y se solidarizó con el “pueblo trabajador nicaragüense en este primero de mayo”, quien “a pesar del terrorismo de Estado, sigue aportando a la economía del país, al sostenimiento de sus familias y de la sociedad en condiciones represivas”.
“Abrazamos a las y los trabajadores y a los desempleados, fuerza activa de toda economía. Nos solidarizamos especialmente con las y los trabajadores precarizados e informales y con los desempleados a causa de estos cinco años de represión”, señaló el organismo.
CALIDH se solidarizó “con las y los trabajadores y desempleados que anhelan democracia, libertad y justicia social. Con los que tienen que callar en los centros de trabajo ante la vigilancia de las organizaciones sindicales adictas al régimen que han dejado de representar a la fuerza trabajadora. La justicia social y los derechos laborales solo se pueden fundar y ejercer en una sociedad democrática, con sindicatos libres. Nos sumamos al anhelo de una primavera sindical para los trabajadores nicaragüenses a fin de que puedan formar sindicatos y elegir libremente a sus representantes en la democracia plena que se avecina”, indicó.
También rechazó “el deterioro de las condiciones de vida de las y los nicaragüenses, la destrucción del sistema de seguridad social, la demolición del poco empleo formal hasta el inicio de la represión y la inexistencia de políticas de protección para las personas autoempleadas”.
“Nos solidarizamos con los miles de trabajadores del Estado que, sin estar de acuerdo con la represión, sufren en silencio el verticalismo autoritario de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los alentamos a resistir desde sus puestos de trabajo y no sumarse a las atrocidades de los crímenes de lesa humanidad”, apuntó CALIDH.
VIOLACIONES DE DDHH EN ZONAS FRANCAS
El organismo también manifestó su solidaridad especial “con los sectores invisibilizados de la fuerza trabajadora”, a quienes los sucesivos gobiernos han permitido “la explotación sin piedad de sus fuerzas, vidas, proyectos vitales y emociones, especialmente, las obreras de las maquilas de zona franca”.
“La alianza tripartita aún vigente entre Estado, empresarios y sindicatos orteguistas imponen condiciones de servidumbre, ritmos de trabajo y salarios inhumanos en este sector. Los miles de violaciones de derechos humanos que se cometen en las zonas francas son ejecutados con la aprobación y el conocimiento del Estado de Nicaragua, quien ha entregado a los empleadores extranjeros a nuestras hermanas y hermanos obreros hasta la destrucción de su salud y cuerpos”, reza el documento.
CALIDH aprovechó para solidarizarse, también, con los cientos de miles de nicaragüenses que han tenido que abandonar el país para poder trabajar “ante la debacle” en Nicaragua.
“Honramos la memoria de los que han fallecido en el extranjero en búsqueda de nuevas esperanzas para sí y sus cercanos. Con los miles de trabajadores que perdieron sus empleos en los cierres masivos de oenegés, de medios de comunicación, universidades, entre otros. Nos solidarizamos con las trabajadoras del hogar, las trabajadoras sexuales, los trabajadores en las minas completamente abandonados por el Estado”, anotó.
Por último, el organismo instó a los grupos de oposición nicaragüense a “diseñar una agenda unificada donde la justicia social y los derechos de las y los trabajadores sean parte central del restablecimiento de la democracia y la plena vigencia de los derechos humanos”.
CALIDH afirmó que “no hay democracia sin justicia social y sin la participación de las y los trabajadores y desempleados”.