Internacionales · 15/07/2021

Casa Blanca aspira a una política hacia Cuba que sea “bipartidista” y “duradera”

La política de Estados Unidos hacia Cuba no sufrirá cambios radicales, adelantó a la Voz de América un alto funcionario de la Administración Biden.

“La política nuestra siempre será guiada por los intereses nacionales de Estados Unidos y eso es empoderar al pueblo cubano a definir su propio futuro, no hay nada radical sobre eso”, dijo a la VOA Juan González, el principal asesor del presidente Joe Biden para asuntos hemisféricos.

El funcionario indicó que “2021 no es 2017 y no es 2015”, en relación a la revisión que realiza Washington, cuyo desarrollo fue “impactado” por el inédito levantamiento popular del pasado fin de semana en la isla. Según González, el análisis de la estrategia diplomática y política está siendo realizado “en contacto continuo” con el Congreso “para asegurarnos de que la política tenga un apoyo bipartidista y sea algo duradero”.

La decisión de levantar algunas de las restricciones del embargo de larga data a la isla, tomada por el expresidente Barack Obama en 2014, fue revertida en 2017 por el gobierno del republicano Donald Trump. La Administración Biden, sin embargo, pareciera excluir ese tema del alcance de su toma de decisión, según expresó González.

¿Qué dicen los congresistas?

El legislador republicano Marco Rubio, quien aseguró el miércoles que sostuvo encuentros con la Casa Blanca, aboga porque la respuesta estadounidense “sea un tema bipartidista”, pero exigió al mandatario que tome “en serio” la actual crisis y catalogó su mensaje como “muy débil”.

La solicitud de Rubio está basada en enviar un mensaje multinacional: “Vamos a convocar a las Naciones Unidas, vamos a convocar a la OEA, a todos estos países de la comunidad internacional (…) hay que aislar a este régimen y hay que estar preparado para actuar de manera internacional”.

El senador demócrata Robert Menéndez, quien se opuso a algunas de las políticas del expresidente Obama, indicó que ha presentado “consideraciones” a la Casa Blanca. El legislador concordó con Rubio en que “esto no debe ser un tema de Cuba y Estados Unidos, esto es un tema de la comunidad internacional”.

González por su parte, agregó que la prioridad de Biden por el momento es “organizar a la comunidad internacional en el repudio de los actos de opresión por parte del régimen cubano y hacer todo lo posible por apoyar los derechos fundamentales del pueblo cubano”.

Biden prometió durante su campaña presidencial “revertir la fallida política” de la era Trump, que mantuvo durante cuatro años una estrategia de máxima presión sobre el gobierno comunista, con la imposición de sanciones como la principal herramienta.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Gregory Meeks, llamó a Biden a ayudar a “aliviar el sufrimiento en Cuba rescindiendo las sanciones de la era Trump y ofreciendo asistencia humanitaria y de vacunas adicional al pueblo cubano”.

Pero republicanos como Mario Díaz-Balart aseguran que el levantamiento de sanciones “es el camino equivocado en una política que busca la libertad” y llamó este jueves a Biden a endurecer las acciones contra entidades e individuos.