Opinión / Ensayos · 09/08/2021

Ciudadanos por la Libertad no existe

*Por Fernando Malespín | Confidencial

Cuántas veces oímos a los dirigentes de Ciudadanos por la Libertad decir: “La UNAB no existe”, “la Coalición no existe” ? Y realmente existían, eran una opción de poder, una amenaza para la dictadura y para CxL. Por eso cuando el CSE le canceló la personería jurídica al PRD en CxL lo celebraron porque la Coalición se quedaba sin casilla para participar en las elecciones. Dijeron que eran el único vehículo. Había una alianza tácita entre CxL y la dictadura respecto a la Coalición Nacional.

Ahora quien no existe es CxL. Mal paga el diablo a quien bien le sirve, dice el sabio refranero popular.

Ciudadanos por la Libertad se caracterizó, entre otras cosas, por tener un trato despectivo hacia todo el mundo, incluyendo a sus propios aliados políticos. CxL constituyó una alianza electoral con el partido PAMUC. Alguien ha oído o visto decir una palabra a los dirigentes del PAMUC en medio de la vorágine electoral? No. Porque los de CxL nunca los tomaron en cuenta absolutamente para nada.

CxL ninguneó a sus propios precandidatos y precandidatas. En este momento, Américo Treminio debe estar dando gracias a Dios de que lo hayan expulsado. Le dijeron que no representaba a nadie, que no tenía recursos, que solo tenía seguidores en las redes sociales, que no lo conocía nadie. En cambio a Noel Vidaurre le dijeron que la gente lo conocía muy bien y que por eso era mejor que no fuera de candidato.

Pero antes, el propio CxL había inhibido a Cristiana Chamorro y a la doctora María Asunción Moreno. Y tampoco fue capaz de llevarle una botella de agua al Chipote a Arturo Cruz, su precandidato estelar, y a Chano Aguerri, su grandísimo aliado.

Y cuando el orteguismo inhibe a Berenice Quezada, CxL no solo no se plantea ninguna acción para defender la candidatura de Berenice, sino que una hermana del candidato a presidente, el empresario Oscar Sobalvarro, dijo que ella misma se había buscado su inhibición. Con aliados como CxL no se necesitan enemigos.

Alguna vez vimos a Sobalvarro, a Kitty Monterrey, a José Adán Bermúdez, a Mauricio Díaz, a José Dávila, desafiando al régimen? No. Eran oposición de balcón, “oposición champú”.

Sin embargo, con la cancelación de la personería jurídica, CxL sale ganando. Pasó de villano a víctima. CxL decidió ser víctima y no oposición porque ser oposición con la dictadura orteguista demanda hormonas y neuronas que hacen mucha falta en CxL. Con la cancelación de la personería jurídica está lista para regresar al ruedo cuando se creen las condiciones y presentará su curriculum de víctima para volver a tratar de engañar a los incautos.

También gana el PLC que mantendrá su segundo lugar con los diputados que le asigne Ortega. Y con esto el pacto se reaviva.

Y gana Ortega porque este ya no tiene nada que perder porque sabía de antemano que en unas elecciones limpias perdería el poder. Fidel Moreno dijo, en ocasión del mamotreto de Congreso que hicieron los orteguistas donde Daniel y la Rosario llegaron solo a informar que ellos serían los candidatos, que el Frente Sandinista tiene carnetizados a dos millones cien mil militantes. Si ellos estuvieran convencidos que eso es cierto, hubieran ido a elecciones transparentes. En 1990 se dieron cuenta que una cosa es llenar plazas, que una cosa es entregar carnet a empleados públicos, y otra muy diferente, ganar elecciones.

Ortega sabe que nadie reconocerá las elecciones de noviembre y prepara desde ahora a la “oposición” que tendrá cuando vayamos a elecciones en 2022 o 2023. Es decir, la cancelación de la personería jurídica de CxL es una maniobra a tres bandas, es un acto preparatorio de las próximas elecciones.

Y CxL ya probó de lo que es capaz Ortega si alguien intenta salirse un milímetro de las rayas que él traza. En CxL había un gran debate interno después de la inhibición de Berenice. Una corriente sostenía que había que retirarse de las elecciones para salir “con elegancia” de la trama electoral. Había una fuerte pugna incluso con algunos de los sectores que integran la Alianza Cívica. Y Ortega no permitiría que la corriente que impulsaba el retiro fuera la predominante.

Sobalvarro no tuvo empacho en querer hacernos creer que el CSE es un poder independiente de Ortega. Cuando llegó a inscribir a sus candidatos, dijo que no haría públicos los nombres de sus candidatos a diputados porque corrían el riesgo de ser asediados (razón suficiente para no participar en la trama electoral). Es decir, Sobalvarro estaba creyendo que Ortega no se daría cuenta de esos candidatos, Sobalvarro no pensó que en cuanto fueran presentados, el CSE mandaría la lista a El Carmen. Ahora esa lista solo la conocen Sobalvarro, Kitty Monterrey y Ortega. En CxL o son tontos o nos creen tontos.

CxL tuvo cuatro días para retirarse de las elecciones después que inhibieron a Berenice y antes de la llegada del PLC al Consejo Supremo Electoral. No lo hicieron por miedo, por cobardía, para no molestar a Ortega. Y cuando todo el mundo supo que la Osuna había llegado al CSE a pedir la cancelación de la personería jurídica de CxL, los miembros de CxL que estaban en la oficina del partido corrieron a sus casas en vez de declarar en ese momento que se retiraban. ¿Por qué no fue Sobalvarro, como ciudadano por la libertad, acompañado de sus amigos, a demandarle al CSE que ordene a los candidatos Ortega y Murillo que retiren toda la propaganda partidaria de las instituciones del Estado? Era la última oportunidad que tenían para demostrar que eran oposición y prefirieron esconderse y jugar a la víctima.

Con relación a los partidos que quedan en la trama electoral, no tienen ni probidad intelectual, ni probidad política, ni probidad material. Son una vergüenza absoluta.

El pueblo de Nicaragua que es verdadera oposición necesita organizar un partido nuevo, necesita con urgencia crear su propia alternativa política y eso no tiene absolutamente nada que ver con ninguno de los partidos existentes. El pueblo de Nicaragua necesita un partido que recoja sus intereses, sus demandas, sus esperanzas, que respete, promueva y tutele sus derechos, un partido democrático donde quepamos todas las expresiones culturales, raciales, sexuales, políticas, religiosas. En ese partido también tendrían cabida los simpatizantes de CxL que fueron estafados por su dirigencia.