El Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (CALPI) reportó que la tarde del 6 de diciembre fue atrozmente asesinado el joven mayagna Michael López Rivera de 18 años, en la comunidad de Nawahwas ubicada en la Reserva Biológica Bosawás.
CALPI indicó que, con López Rivera, ya son 13 los indígenas que han sido asesinados este año en Bosawás. Y en el caso de este joven, la comunidad indígena y su familia temen que la verdad sobre este asesinato no se llegue a conocer nunca y quede en la impunidad, “debido a la omisión estatal de investigar los asesinatos, amenazas, secuestros, desapariciones forzadas, violaciones sexuales y ataques”.
Añadió que desde el año 2015 existe un patrón de violencia sistemática y reiterada, ejercida contra miembros de las comunidades indígenas y contra quienes defienden, individual y colectivamente, los derechos de los pueblos Mískitu y Mayangna, en la Reserva de Biosfera de Bosawás y la cuenca del Rio Coco (Wangki) en la Región Autónoma de la Costa Cribe Norte de Nicaragua.
CALPI subrayó que los ataques a los indígenas han sido perpetrados por colonos armados, y que además de los 13 asesinados, estos ataques han dejado a cinco heridos, dos de ellos presentan paraplejia y la amputación de una pierna, dos hombres secuestrados y dos niñas han sido agredidas.
El Centro argumentó que los ataques tienen como objetivo “usurpar las tierras” de los indígenas, aprovechando la inseguridad jurídica causada por la omisión estatal.
Añadió que los indígenas también se encuentran amenazados con su exterminio, por la vulnerabilidad a causa de la falta de alimentos, el contagio del COVID-19.