El Congreso de Unidad de los Nicaragüenses Libres lanzó este miércoles dos propuestas de “unidad en la acción” a los diferentes grupos de la oposición organizada, en torno a principios fundamentales para lograr un posicionamiento común en temas claves de la lucha para “derrocar” a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.
Las propuestas establecen un “paso a paso, acuerdo por acuerdo, que presentamos al público y vamos a llevar individualmente a las organizaciones. Lo presentamos al público para que sea transparente lo que vamos proponiendo”, explicó a La Mesa Redonda, Francisco Larios, miembro del Consejo por la Transición del Congreso de Unidad.
“El Congreso de Unidad de los Nicaragüenses Libres, con el ánimo de promover la unidad, en igualdad, de todos los luchadores por la democracia en Nicaragua, propone que avancemos hacia dicha unidad basados en principios fundamentales, que ante el pueblo de Nicaragua juramos honrar, y que en la práctica harán posible un posicionamiento común sobre los temas claves de la lucha. De tal manera, llegaremos más rápidamente, con paso firme, y vocación democrática, a la meta de acabar con la oprobiosa dictadura usurpadora de Daniel Ortega y Rosario Murillo, e iniciar la transición hacia una patria libre, con derechos para todos, privilegios para nadie, oportunidad, y prosperidad”, dijo el Congreso de Unidad mediante un comunicado.
El Congreso de Unidad, conformado por nicaragüenses dentro y fuera de Nicaragua, presentó dos propuestas de acuerdo, que estarán sometiendo individualmente a la oposición organizada, pero antes, las hicieron públicas a través de sus redes sociales al pueblo de Nicaragua, “único soberano de la nación, a quien nos debemos y a quien buscamos acompañar en su lucha”.
ESTOS SON LOS DOS ACUERDOS:
Acuerdo y compromiso I de la oposición democrática de Nicaragua
Nos comprometemos solemnemente ante el pueblo soberano de Nicaragua, protagonista de su propia historia y única fuente de legitimidad democrática, a acompañarlo en su lucha hasta derrocar a la dictadura y desmantelar las fuerzas represivas que la mantienen en pie, para avanzar a una democratización profunda de la política, la economía y la sociedad.
Rechazamos cualquier componenda entre cúpulas que, disfrazada una vez más de “diálogo”, apunte de nuevo a un proyecto que es intrínsecamente fraudulento: pretender que es posible cohabitar con la dictadura y practicar, mientras esta existe, elecciones libres. Solo puede haber elecciones libres una vez que sea derrocada la dictadura y desmantelado su aparato represivo.
Rechazamos cualquier intento de maniobra que involucre una conspiración “cívico-militar”, por medio del cual élites oligárquicas buscarían la continuación del sistema de poder, esta vez sin las figuras de Daniel Ortega y Rosario Murillo; un “orteguismo sin Ortega” con el Ejército y el Gran Capital en el poder que buscaría crear la imagen falsa de una transición, para que todo parezca cambiar sin que nada cambie.
Nos comprometemos a rechazar cualquier intento, también fraudulento, inmoral, e impráctico desde el punto de vista de los intereses del pueblo y de la democracia, de dejar de lado la justicia plena. La dura lección de nuestra historia reciente es que sin justicia—una justicia plena, ordenada, respetuosa de los derechos humanos, pero sin contemplaciones ni privilegios— no podrá haber transición hacia la democracia.
Ante el pueblo de Nicaragua, juramos sostener estos principios, y que estos principios sean la columna vertebral de nuestra unidad en la acción por la libertad de Nicaragua.
Acuerdo y compromiso II de la oposición democrática de Nicaragua
Ante la acción ilegal del régimen encabezado por Daniel Ortega y Rosario Murillo [a todas luces absolutamente arbitraria y violatoria de los acuerdos a que el Estado de Nicaragua, cuyo poder usurpan] de “expulsar” a la Organización de Estados Americanos, y como parte del proceso de unidad en la acción entre todas las fuerzas democráticas del país, adoptamos, proclamamos y nos comprometemos ante el pueblo de Nicaragua a cumplir:
Desconocemos, como ha hecho masivamente la ciudadanía nicaragüense el pasado 7 de noviembre del 2021, al régimen usurpador de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el origen de cuyo poder la propia Organización de Estados Americanos ha llamado ilegítimo. Por tanto, desconocemos la legitimidad de todas sus acciones. La OEA debe hacer lo mismo, y aplicar de inmediato todas las medidas que el Estado de Nicaragua, todavía uno de sus miembros, está como tal obligado a cumplir. La Organización de Estados Americanos debe asegurarse de que se detenga todo financiamiento al régimen usurpador; debe, como ya una vez prometió su Secretario General, el Sr. Luis Almagro, proceder a “asfixiar” a la dictadura de Ortega y Murillo, exigir la salida de estos del poder que ocupan sin legitimidad, y apoyar efectivamente a la ciudanía que lucha por la democracia.
Larios indicó que a partir de hoy estarán empezando a llamar a los representantes de organizaciones opositoras, “a ver si aceptan”, luego se les preguntaría “qué parte de cada acuerdo objetan”.