¿Cuál es el costo de la vida? 

*Por Oscar René Vargas / 08 de noviembre de 2022.

La canasta básica total que contiene 53 productos registró un encarecimiento del 11.9% al pasar de C$ 14,526.34 córdobas mensuales en diciembre del 2020 a C$ 16,255.38 córdobas mensuales en diciembre del 2021 (equivalente a US$ 451.00 dólares). Es decir, entre diciembre de 2020 y diciembre del 2021 la canasta básica se incrementó en C$ 1,729.04 córdobas mensuales, lo que mermó el aumento del salario mínimo del 2021. Entre el 2017 al 2021 el costo de la canasta básica total se incrementó en C$ 2,923.42 córdobas mensuales equivalente a una subida del 21.92%.

Evolución del costo de la Canasta Básica Total (en córdobas)

Fuente: Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE).

1. A medida que el colapso de las ingestas de calorías y proteínas necesarias disminuyen, las condiciones de vida se deterioran, creando numerosos problemas de salud, algunos de los cuales se manifiestan en enfermedades que minan la existencia corporal. Por ejemplo, el costo de la canasta básica completa alcanzó en agosto del 2022 los C$ 18,000.54 córdobas mensuales. Es decir, 35.01% más cara en comparación que en el 2017, según el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE).
2. Mientras el salario mínimo promedio nacional es de C$ 6,518.24 córdobas, aunque sean dos personas que lo obtengan, ese hogar no tiene la posibilidad de solventar las necesidades básicas ni comprar una canasta básica completa. Razón por la cual, la movilidad migratoria ha sido una válvula de escape a la falta de ingresos y a la pobreza que ahoga a los nicaragüenses en general.

Evolución del costo de la Canasta Básica Alimentaria (en córdobas)

Fuente: Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE).

• A principios de enero de 2022, la canasta básica costaba C$ 16,255.38 córdobas, en septiembre de 2022 alcanzaba un valor de C$ 18,000 córdobas. Es decir, en nueve meses la canasta básica de 53 productos se incrementó en C$ 1,744.62 córdobas. El mayor incremento se ha producido en los precios de los alimentos. Es decir, el acrecentamiento de los precios de los alimentos representó el 91.25% del aumento total de la canasta básica entre enero y septiembre del 2022, agudizando una inseguridad alimentaria que se puede configurar como un incremento del hambre en el país, la gente no logra comer los tres tiempos de comida al día.
• Las cifras son demoledoras, más de dos millones de nicaragüenses padecen hambre en un país que posee tierras cultivables, agua suficiente y personas trabajadoras. Hay una insistencia perversa que busca la concentración de las mejores tierras agrícolas en manos del gran capital, empresas extranjeras y miembros de la nueva oligarquía y eso va a terminar con la expulsión de las poblaciones rurales. Ya ha pasado antes en el occidente del país durante el “boom” algodonero (en las décadas de 1950 y 1960).
• La inseguridad alimentaria (hambre) es una opción política. Se reduce cuando el gobierno se compromete a reducirla, y se eleva cuando ese compromiso se desvanece. La percepción del costo de la vida es abrumadoramente negativa en la gran mayoría de la población ya que consideran que las condiciones futuras del país no son buenas.
• La percepción popular en las encuestas es que la economía no está funcionando para mejorar las condiciones de vida de la gran mayoría de la población. La mayoría de los nicaragüenses piensa que el gobierno no es efectivo en mejorar la vida de la gente y expresa pesimismo en el futuro de la crisis política ya que el gobierno trabaja principalmente para beneficiar a las élites políticas y empresariales.
• La enorme influencia del dinero privado en la política no es novedad, pero es cada vez más notable, con la creciente concentración del poder económico traduciéndose en la concentración del poder político. Tenemos más desigualdad en ingreso y riqueza que en cualquier momento en la historia moderna del país, con 211 multimillonarios con más riqueza que la mitad pobre de la población.
• Vale subrayar lo obvio: los multimillonarios y la gran mayoría de la población en general no comparten las mismas prioridades, pero algunos pocos, los poderes fácticos, tienen los recursos para moldear e influir mucho más que la gran mayoría y ese es tal vez uno de los mayores problemas para el futuro del país.
• En Nicaragua tenemos un doble fenómeno. Por una parte, una agricultura industrial que efectivamente genera concentración de la tierra en pocas manos. Pero al mismo tiempo tenemos un importantísimo número todavía de campesinos que producen alimentos. En el país se alimentan en un 80% de productos que vienen del campo, de la agricultura familiar y de pequeños propietarios. Esto siempre fue un colchón para el precio y para el abastecimiento, es un sector de bajo uso de tecnología. Normalmente son sectores permanentemente empobrecidos.
• La producción agrícola para abastecer el mercado interno está fuera de las políticas públicas y se sigue hablando de ese sector como uno empobrecido e ineficiente. Hay intereses y urgencias políticas detrás de las políticas pública. Se trata de este afán de exportar más, de que el gobierno pueda recibir más plata por las exportaciones y de que la alimentación de la población quede en manos de la agricultura familiar y de los pequeños propietarios. Lo que está detrás del hambre es la lógica del capital y de la ganancia.
• Por eso nos hemos convertido en un país importador de los alimentos. El 50% o más de los productos de la canasta básica total son de afuera porque aún no estamos haciendo lo suficiente para producirlos acá.