Opinión / Ensayos · 02/11/2020

Daniel Ortega: Antiimperialista de mentira, mentiroso de verdad

*Enrique Saenz

A partir del año pasado, la administración norteamericana comenzó a golpear la fortuna personal de Daniel Ortega. La sanción al Banco Corporativo, el #BANCORP, aniquiló el brazo financiero del conglomerado empresarial propiedad del dictador y rompió la tubería para el trasiego de dinero de origen dudoso. Después siguieron las sanciones a la Distribuidora Nicaragüense de Petróleo, #DNP, una empresa que por arte de magia pasó de ser propiedad estatal a propiedad privada de la familia en el poder. Este negocio generaba millones de dólares, multiplicados por los sobreprecios que por años impusieron a los combustibles. Algunas rentas sucias siguen obteniendo del negocio, pero los borbollones se acabaron. Recientemente el golpe fue a #CARUNA, que custodiaba una parte del patrimonio familiar. Según la auditoría al BANCORP correspondiente al 2018 los fideicomisos encomendados al BANCORP superaban los 2700 millones de dólares.

Ante estos golpes, Ortega, hecho un demonio, desempolvó las viejas diatribas y banderas en contra del imperialismo, que mantuvo escondidas durante varios años. Y ahora las agita furiosamente cada vez que puede.

Corresponde pues analizar el nuevo disfraz antiimperialista del dictador.

Lo primero que debemos grabarnos es que la dependencia de la economía de Nicaragua en relación al imperio se amplió y profundizó durante régimen “antiimperialista de Ortega”. Como de costumbre, nos basaremos en datos oficiales.

Comencemos con las exportaciones. Resulta que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones nicaragüenses, con el agregado de que la mayoría de los productos ingresan libres de impuestos al amparo del tratado de libre comercio, conocido como CAFTA. Un tratado que promovió y suscribió el expresidente Bolaños y benefició a la economía y exportadores nicaragüenses, pero también apuntaló la gestión económica de Ortega durante estos 15 años en el poder.

Pongamos cifras. En el 2019 se exportaron 1255 millones de dólares a Estados Unidos, esto es, el 47% del total de las exportaciones. ¿Y qué está ocurriendo en el 2020? Pues que vamos rumbo al 50% pues, para agosto, según el Banco Central, representaban el 48% del total de las exportaciones.

¿Y cuál era el porcentaje antes que Ortega llegara al poder? En el 2006 representaban el 32% del total.

¿Qué exportamos? Los exportadores nicaragüenses venden de todo: café, banano, azúcar, carne, maní, langosta, queso, tabaco, pescados, oro, en fin. Esto representa divisas, actividad económica, empleo e ingresos.

¿Alguien ha oído despotricar al anti imperialista de Ortega en contra del CAFTA? ¿verdad que no?

Pasemos a las zonas francas. Más de cien mil trabajadores nicaragüenses, principalmente mujeres, sostienen a sus familias mecateándose en los galerones de estas instalaciones. Pues bien. Según el Banco Central, en el 2019, 2130 millones de dólares se exportaron a Estados Unidos. Más del 75 de la producción de las zonas francas.

En otras palabras, casi la totalidad de los empleos de las zonas francas dependen de las ventas a Estados Unidos.

¿Y en inversiones extranjeras? Los teóricos del anti imperialismo señalan las inversiones como uno de los principales rasgos y mecanismos de dominación del imperialismo. En sus discursos recientes Ortega se ha recibido al “expolio”.

Resulta que en los datos más recientes publicados por ProNicaragua, la institución oficial a cargo de promover las inversiones extranjeras, se refleja que inversionistas norteamericanos encabezaban la lista de las principales corrientes de inversión.

Todavía más, la misma institución, consignaba en una nota de prensa: “A 10 años de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés), el comercio entre Nicaragua y este último ha mostrado un ritmo de crecimiento sobresaliente. En el período 2006-2015, las exportaciones de Nicaragua hacia EE.UU. incrementaron aproximadamente un 170 por ciento y las inversiones estadounidenses en el país han crecido un impresionante 414 por ciento”.

¿Alguien ha escuchado despotricar al anti imperialista de Ortega en contra de las zonas francas y las inversiones gringas? ¿Verdad que no?

En cuanto al turismo, los datos del último año normal en materia de turismo corresponden al 2017. Ese año llegaron al país 367 mil turistas provenientes de Estados Unidos. ¿Cuántas pequeñas, micros y medianas empresas, restaurantes y hoteles de todo tamaño, se han beneficiado del turismo norteamericano?

Pasemos a las remesas. Las cifras oficiales indican que el 2019, las remesas provenientes de Estados Unidos llegaron a 930 millones, lo que representó el 55% del total. Para agosto de este año llegaban a 709 millones de dólares, lo que representa el 60%. En el 2007 las remesas provenientes de Estados Unidos no llegaban a 600 dólares.

Hagamos cuentas: 1255 millones de dólares en exportaciones de mercancías; 2130 millones de dólares en exportaciones de las zonas francas, 930 millones en remesas, suman 4315 millones de dólares. A eso agregamos 367 mil turistas en el 2017; más las inversiones, más los créditos provenientes del BID y del Banco Mundial, donde Estados Unidos es el principal socio. Ahora contrastemos esas cifras con el Producto Interno Bruto del 2019: US$ 12 500 millones.

¿Qué porcentaje de la producción nacional representan las relaciones económicas con Estados Unidos?

Contradictoriamente, el antiimperialista nos resultó peor que los neoliberales en la profundización de la dependencia de la economía nicaragüense en relación al imperio.

Estos datos dan lugar al menos a dos preguntas ¿Será que Ortega no conoce estas cifras y por eso hace el ridículo desgañitándose contra el imperialismo? ¿O será que las conoce muy bien y es un perfecto hipócrita que pega esos alaridos solo para que lo aplauda su barra?

Pues aquí los datos responden que es un perfecto mentiroso.

¿Qué creen ustedes?

En conclusión, cuando escuchemos los discursos del dictador rasgándose las vestiduras en contra del imperialismo, preguntémonos por qué no se desgañita en contra del CAFTA, o en contra de las inversiones gringas, o en contra de los créditos del BID y del Banco Mundial, o en contra de los turistas norteamericanos, o en contra de las exportaciones de las zonas francas, o en contra de las remesas. Hasta el ejército ha agarrado su buena piscacha proveniente de la cooperación gringa.

Que conste. Nada de esto son discursos. Son datos. Datos que desnudan otra de las patrañas del dictador.