El especialista en conflictos y paz, Alex Aguirre, dijo este jueves que el robo del edificio donde funcionaba la Organización de Estados Americanos (OEA) en Managua y la expulsión de los representantes de este organismo regional en Nicaragua, es una decisión que “no es válida” por tres razones.
“Es algo inédito dentro de la institucionalidad de la Organización de Estados Americanos”, sostuvo Aguirre, quien señaló que el anuncio hecho por el designado canciller orteguista Denis Moncada la noche del domingo 24 de abril, fue “una sorpresa” para todos los nicaragüenses y la misma OEA.
Explicó como primera razón que “la decisión que tomó el régimen es una decisión unilateral porque la toma solamente una de las partes, en este caso quien tiene coaptado el Estado de Nicaragua y habla a través del Estado y quien se adhirió a la OEA en el siglo pasado fue el Estado de Nicaragua, no el gobierno; fue una decisión completamente unilateral, estas decisiones se toman primero por medio de una ‘escalerita’ le decimos quienes estudiamos multilateralismo del Derecho Internacional. Tiene que haber un diálogo consensuado, tienen que haber acercamientos, procesos de protesta, es un proceso tardado, es un proceso tedioso, así funciona el derecho internacional, funciona por medio de un proceso que va buscando agotar poco a poco todas las posibilidades”.
“Esta decisión no es válida por haberse tomado de forma unilateral, no es nada diplomática, rompe con todas las tradiciones de la diplomacia mundial y ni se diga hemisférico y es algo que conmociona”, agregó.
Como segundo motivo, Aguirre sostuvo que “no es una decisión legítima” porque las elecciones del noviembre pasado donde Ortega se autoproclamó “ganador” no cuentan con el respaldo de la comunidad internacional, incluida la OEA.
“Hay una declaración de la Organización de Estados Americanos desconociendo las elecciones, por lo tanto el régimen que utilizó el Estado para generar esa salida, es un régimen ilegitimo, no tiene ninguna legalidad”, afirmó.
Aguirre cree que si esta acción del régimen no hubiese ocurrido, la OEA no habría aceptado las cartas credenciales del designado embajador orteguista Orlando Tardencilla.
“El Consejo Permanente todavía tenía la disposición de reunirse y decidir si reconocía o no a ese delegado por el Estado. Algunos analistas decían que no se iban aceptar las cartas por una lógica, pues si la OEA desconoce las elecciones, lo lógico es que también desconozca a las autoridades que han sido nombradas por ese régimen que ya había sido desconocido. Entonces Ortega y Murillo antes de sufrir esa derrota lo que hacen es salirse de forma estrepitosa de la Organización de Estados Americanos”, explicó.
Y como tercer elemento, el experto destacó que “esta es una lección para el multilateralismo y los foros internacionales porque lo dijo (Luis) Almagro esta es la primera vez que vemos que un Estado coaptado por un régimen autoritario se sale de esta manera”.
“Como es la primera vez que pasa y es algo inédito, también implica que no hay mecanismos y normas para poderlo parar. Creo que este es el momento clave para que la Organización de Estados Americanos se replantee sus mecanismos, que avalúe si realmente son efectivos. Esta es una clara señal de que los mecanismos no han funcionado, entonces deben elevar la parada, ser más enérgicos y generar mecanismos que realmente genere efectos que realmente toquen a regímenes autoritarios como el de Nicaragua”, comentó.
Para Aguirre, lo ocurrido en Nicaragua contra el organismo regional “es un ataque a todos los países que conforman la OEA”.
“Las embajadas son espacios soberanos de los Estados dentro de otros Estados, las embajadas son los territorios de un Estado dentro de un determinado país, si atacás la embajada atacás el territorio; entonces al atacar a la OEA, atacaron a todos los países que son parte de ese organismo”, aseveró.