- Declaración conjunta al pueblo nicaragüense y a la comunidad internacional de organizaciones de la oposición democrática desde Nicaragua y el exilio y, otras que amenazadas por la Dictadura Ortega Murillo se ven obligadas a omitir sus nombres
Las organizaciones firmantes saludamos la valiente decisión del embajador del régimen Ortega-Murillo ante la Organización de Estados
Americanos (OEA), Arturo Mcfields, de denunciar ante el Consejo Permanente de esa organización la sistemática violación de derechos humanos, incluyendo crímenes de Lesa Humanidad que se vive en Nicaragua.
Las declaraciones de Mcfields son una prueba más de que el régimen de Ortega-Murillo continúa destruyendo la institucionalidad del país y
sus mismas bases, las que de acuerdo con las palabras del embajador – “están cansadas de la dictadura y sus acciones y, cada vez van a ser más los que digan basta”.
La dignidad de los trabajadores públicos es continuamente pisoteada, siendo obligados a tomar acciones en contra de su voluntad y sufren un
continuo maltrato por parte de las altas esferas del régimen. Sabemos que muchos son “obligados por el régimen de Nicaragua a fingir y allenar plazas y repetir consignas porque si no lo hacen pierden su empleo”- citando las palabras de Mcfields. Nos solidarizamos con los funcionarios del Estado ante estos atropellos.
Instamos a los servidores públicos incluyendo a los miembros del servicio exterior, de la Policía y del Ejército, a seguir este digno ejemplo de denuncia y amor a la patria. Mcfields denunció ante el Consejo Permanente de la OEA los crímenes de lesa humanidad plasmados en los reportes publicados por los organismos internacionales: “Tomo la palabra en nombre de los 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida en mi país desde el año 2018”; por lo tanto, exigimos la liberación inmediata de todos los presos políticos, sin condiciones y sin más dilaciones. ¡Qué cesen las torturas y malos tratos tanto para ellos como para sus familias!
Hacemos eco de las palabras de Mcfields de no perder la esperanza, pero sí perder el miedo. Decir la verdad sobre lo que acontece al pueblo nicaragüense no es traición. ¡El régimen Ortega-Murillo no tiene futuro! ¡Los nicaragüenses patriotas que están en posición de abandonar a la dictadura lo deben hacer YA!