Aquí nos deberíamos de preocupar más de lo que va a pasar en el país que especular quién va a ganar en los Estados Unidos, cada quien vive su realidad y no creo que el “american way of life” se vaya a marchitar porque gane uno o el otro, hay millones de razones como para pensar que el “establisment” va a ceder y que las empresas van a soltar el poder si mandan más que quien esté en la Oficina Oval, quien ocupe la silla presidencial está sentado ahí porque el gran capital de Wall Street lo puso para que vele por los intereses del que tiene más. Pensemos y preocupémonos porque Daniel ya dijo que se va a reelegir, al día de hoy no ha dicho qué ofrece ni qué va a hacer para sacar avante al país, aquí no va a haber para comer, yo lo llamo la “somalización” lo que aquí va a suceder porque Cuba y Venezuela serán el paraíso en comparación.
Ortega con su egocéntrica visión ha sumido en la crisis a todos los sectores, pobre y ricos por igual, creyentes y no creyentes, adeptos y adictos al régimen como los que no están con él, cosepos y cosapos por igual no importan para él, el pueblo en general no le importamos pues sólo le interesa la reelección para robar durante otro período presidencial más. Ante este panorama sombrío y hostil a quién le puede preocupar si Trump se reelige o gana Joe, la vida para ellos seguirá igual. Preocupémonos por lo nuestro porque aquí no vendrá ningún “marine” ni una tropa celestial a salvarnos de las garras de este asesino usurpador. Los discursos de Donald suenan muy bien pero no son para nosotros, aquí tenemos que ver la cruda realidad que Ortega y su mujer van a recurrir a toda su maldad para robarse las elecciones y quedarse donde están, van a comprar y dividir a la oposición, pondrán a bailar al mono del PLC, elevarán a los micropartidos de nivel para que hagan el bulto y poder decir que el noventa y nueve punto nueve por ciento irreal de electores votó por el comandante aunque sepamos que sólo votarán por él, el perro, el gato, el chancho y par de sapos trasnochados incapaces de pensar.
Ya es hora de dejarnos de andar con majaderías pensando en qué parte del pastel va a tocar a cada quien, el incidente del domingo será un suspiro en comparación al terror que las divinas turbas van a desatar porque no quieren dejar a nadie de pie con ganas de hacer oposición.