Opinión / Ensayos · 01/11/2022

Del salario no hay quien viva

*Por Oscar René Vargas

Para finales del año 2022 se calcula que el país recibirá alrededor de los US$ 3,000 millones de dólares que van a beneficiar a aproximadamente a 3.4 millones de personas; sin embargo, 2.0 millones de personas no recibirán remesas.

Los sin remesas

Nicaragua es un infierno para los “sin remesas”. Los “sin remesas” no tienen descanso cuando la comida en la mesa no ha podido ser servida. Entre los hogares vulnerables lo básico decide el nivel de inseguridad alimentaria: “dime que comes y te diré si recibes remesas”. Muchas familias, “sin remesas”, que son muchísimas, están haciendo una sola comida al día porque simplemente no tienen qué cocinar y hay días que los pasan casi en blanco, sin siquiera esa sola comida fuerte. El análisis de los datos nos indica que más del 50 por ciento de las familias viven en condiciones de inseguridad alimentaria.

Por ejemplo, el salario de las maestras de primaria, C$ 8,000 córdobas mensuales, ni siquiera alcanza para comprar una canasta básica alimentaria de 23 productos cuyo costo es superior a los C$ 12,500 córdobas mensuales. Necesitan “luchar” el día a día aparte del salario, para poder subsistir. Lo mismo sucede con muchos trabajadores del Estado central y las alcaldías, el 50% de ellos reciben un salario inferior a los C$ 10,000 córdobas mensuales, lo que nos indica que no pueden comprar la canasta alimentaria y menos la canasta básica total de 53 producto cuyo costo alcanza los C$ 18,000.54 córdobas.

Los principales problemas del país

De acuerdo a la última encuesta de CID-Gallup el 77 por ciento considera que los principales problemas del país son: la falta de empleos, el costo de la vida, la corrupción y la inseguridad ciudadana. Es decir, la precariedad laboral, los bajos salarios, el costo de la vida, la falta de oportunidades y las dificultades para emanciparse marcan a la generación de jóvenes que optan por emigrar en busca de nuevos horizontes y oportunidades, mientras el país pierde capital humano (jóvenes, mujeres, profesionales, trabajadores y campesinos).

El país está viviendo un regreso masivo del hambre combinado con: degradación del sistema científico y educativo, desastre ambiental y humano, agravamiento de las desigualdades sociales y la precariedad laboral con bajos salarios, los sucesivos actos represivos, encarcelamiento y persecución. Más del 80 por ciento de las personas de la tercera edad no tienen pensión del seguro social y los que son pensionados viven entre la pobreza y la indigencia (el promedio de la pensión es menor de los diez mil córdobas mensuales), sin esperanza de mejorar sus condiciones.

La corrupción actúa como factor de empobrecimiento de la población

Mientras tanto, la corrupción ha permeado al gobierno en su conjunto y opera en su interior con impunidad. La corrupción es un cáncer que crece porque ninguna autoridad la combate, lo que explica el enriquecimiento acelerado de muchos funcionarios y miembros de los anillos de poder y actúa como un factor de empobrecimiento de la mayoría de la población.

A pesar de todo esto, el ciclo de regresivo que vive el país, como consecuencia de la gestión del gobierno de los peores, no se ha agotado y revela que se ha pegado a la piel de las élites empresariales y políticas, por la falta de estrategia, programa, alternativas de parte de la oposición. Aprovechando el tiempo político, el régimen se enroca ante la grieta abierta por la crisis interna tratando de evitar que el proceso de implosión interna avance aunque no logra superar las múltiples crisis que vive el país. Por lo tanto, el país sigue estancado y retrocede en comparación a los otros países de la región. La clave para que el país cambie de rumbo es la caída de la dictadura.