El gobierno de Estados Unidos advirtió este martes que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo “planea cerrar 1.797 organizaciones sin fines de lucro” en Nicaragua, pero que “el número real podría ser mucho más alto”.
Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, lanzó la advertencia a través de su cuenta de Twitter y criticó que “el régimen se preocupa más por permanecer en el poder que por el bienestar de su pueblo”.
“El régimen Ortega-Murillo en Nicaragua dijo que planea cerrar 1,797 organizaciones sin fines de lucro, pero el número real podría ser mucho más alto. El régimen se preocupa más por permanecer en el poder que por el bienestar de su pueblo”, tuiteó Nichols.
Ayer, el alto funcionario dijo que “el régimen de Ortega y Murillo ataca a las ONG pues teme que puedan socavar su poder, privando así al pueblo nicaragüense de servicios vitales como salud, educativos y otros que el gobierno no proporciona”.
“Esta semana destacamos el impacto en el pueblo nicaragüense”, agregó.
1.074 organizaciones canceladas
El lunes el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, condenó la cancelación “arbitraria” de la personalidad jurídica de 10 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) por supuestamente incumplir con sus obligaciones conforme a las leyes.
Y señaló que el régimen Ortega Murillo utilizando a la Asamblea Nacional junto con el Ministerio de Gobernación “han cancelado la personalidad jurídica de al menos 1,074 organizaciones, tanto nacionales como internacionales a través de procesos administrativos arbitrarios e inconstitucionales”.
El Ministerio de Gobernación (MIGOB) señala que las oenegés canceladas supuestamente no presentaron sus estados financieros, de que sus juntas directivas nunca fueron actualizadas y por tanto estaban vencidas y de no revelar el nombre de los donantes, ni el propósito de las donaciones.
A juicio de la organización defensora de derechos humanos el propósito de estas cancelaciones “es ejercer un control absoluto y silenciar a la sociedad; perseguir a quienes opinan diferente y establecer un pensamiento único, violentando los derechos humanos del pueblo nicaragüense”.