Internacionales · 23/01/2020

EEUU impuso nuevas sanciones contra dos empresarios y seis entidades relacionadas al régimen de Irán

Estados Unidos anunció este jueves nuevas sanciones contra dos personas y seis entidades relacionadas al régimen de Irán.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés) “tomó medidas contra cuatro compañías petroleras y petroquímicas que han transferido el equivalente a cientos de millones de dólares producto de exportaciones de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (…) una entidad que ayuda a financiar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y sus aliados terroristas”, consigna un comunicado del Departamento del Tesoro norteamericano.

Además, Washington sancionó a otras dos compañías y a dos altos ejecutivos involucrados en el reciente transporte de productos petroquímicos desde Irán.

“Las industrias petrolera y petroquímica de Irán son las principales fuentes de ingresos para el régimen iraní y financia sus actividades malignas en todo el Medio Oriente. Las entidades seleccionadas hoy facilitan las exportaciones petroquímicas y petroleras de Irán en contravención de las sanciones económicas de Estados Unidos”, agrega el texto.

En esa línea, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, reafirmó que “los sectores petroquímicos y petroleros de Irán son las principales fuentes de financiación para las actividades terroristas mundiales del régimen iraní”.

Los individuos incluidos por el Departamento del Tesoro norteamericano en su lista de sancionados fueron identificados como Ali Bayandarian y Zhiqing Wang.

Beneathco General Trading DMCC (Emiratos Árabes Unidos), Jiaxiang Industry Hong Kong Limited (Hong Kong), Peakyview Industry Co. (Hong Kong), Sage Energy (Hong Kong), Shandong Qiwangwa Petrochemical (China), y Triliance Petrochemical (Hong Kong), son las compañías sancionadas.

La OFAC recordó que en junio de 2019 sancionó al grupo petroquímico más grande de Irán, la Compañía de Industrias Petroquímicas del Golfo Pérsico (PGPIC), por proporcionar apoyo financiero a la sede de construcción Khatam al-Anbya, el conglomerado de ingeniería de la Guardia Revolucionaria Islámica.

“Todos los bienes e intereses en la propiedad de estas personas designadas hoy sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos están bloqueados, y generalmente se prohíbe a las personas estadounidenses realizar transacciones con ellos. Además, las instituciones financieras extranjeras que a sabiendas facilitan transacciones significativas para personas que brindan material u otro tipo de apoyo a las personas designadas hoy, corren el riesgo de exponerse a sanciones que podrían cortar su acceso al sistema financiero de Estados Unidos”, concluye el comunicado del Departamento del Tesoro.

Pese a la creciente tensión entre Estados Unidos e Irán luego del operativo en el que fue abatido el ex jefe de las Fuerzas Quds iraníes, Hassem Soleimani, en Bagdad, y la posterior represalia de Teherán bombardeando bases iraquíes que albergan tropas norteamericanas, el gobierno de Donald Trump sigue adelante con su política de sanciones contra la República Islámica, a la que acusa de promover y financiar el terrorismo internacional.

Tras los ataques contra posiciones norteamericanas en Irak, Washington respondió con nuevas sanciones. Esto fue visto por la comunidad internacional como un gesto de voluntad de Trump de no querer escalar las tensiones en la región.