Nacionales · 29/03/2022

El alza del precio de los combustibles asfixia a los nicaragüenses

Llenar el tanque de su vehículo es un sacrificio para Lilia Vílchez, una mujer que reside en Managua, debido a las constantes alzas en el combustible en Nicaragua, uno de los países más pobres de la región.

Vílchez es apenas una de los miles de nicaragüenses que padecen el alza del crudo debido a la invasión de Rusia a Ucrania, la cual ha disparado el precio del petróleo.

Bueno ahorita voy a poner 20 litros, pero ya siento que no puedo con la carga del costo del combustible”, dice la mujer a la Voz de América.

Los ciudadanos critican que el régimen de Daniel Ortega ha permitido las alzas constantes, independientemente del conflicto reciente. Otros cuestionan que las veces que han sido congelados los precios, los móviles fueron políticos. Por ejemplo, en 2021, previo a las elecciones, el costo de los carburantes quedaron congelados.

Ortega suele tomar la decisión de congelar los precios de los combustibles pese a que estos no son regulados por el Estado.

“Demasiado me ha golpeado la situación, ahora le hago una pregunta: ¿Qué podemos hacer?”, afirma indignado Leonardo Vidal, que reside en Managua.

Los tanques de gas licuado de petróleo más vendidos son los de 25 libras, y su valor quedó congelado la pasada semana por decisión del régimen en 436 córdobas (12,21 dólares), conforme el precio de referencia local, basado en Managua.

Cada litro de gasolina súper, la más utilizada en automóviles ligeros, quedó fijado la pasada semana en 47,64 córdobas (1,33 dólares), mientras que el litro de gasolina regular, más usada en carros menos modernos, quedó en 46,48 (1,30 dólares). El precio del diésel, que usan los vehículos pesados quedó congelado en 41,37 córdobas (1,15 dólares).

¿El impacto de las medidas de Ortega para mitigar las consecuencias del alza?

El régimen de Daniel Ortega anunció el fin de semana que asumía el 70% del incremento que se debía aplicar el domingo 27 de marzo, además de otras acciones poco claras.

“[El régimen] estará absorbiendo el 70 % de estos incrementos en el caso de las gasolinas y el diésel, y estará manteniendo los precios del gas licuado de petróleo, que es el que utilizan las familias nicaragüenses para la preparación de alimentos, sin ningún cambio”, informaron el Instituto Nicaragüense de Energía y el Ministerio de Energía y Minas, en un comunicado conjunto la pasada semana.

No obstante, el texto indicó que la medida no sería permanente, ya que el régimen decidirá sobre los precios cada semana, según las necesidades. De hecho, explicaron que la decisión es excepcional, ya que cada semana los precios de los combustibles en Nicaragua son incrementados independientemente del costo del petróleo en los mercados internacionales.

De ese modo, los costos del combustible aumentaron en la semana que se anunciaron las medidas.

El economista nicaragüense Maykell Marenco considera que las medidas serán poco notables: “Muchísimas veces se vio que el precio internacional del petróleo disminuyó y no se percibió en los mercados nacionales”.

Muchísimas veces se percibió descenso en las cotizaciones de los precios del barril de petróleo; en el mercado nacional no se percibió, pero sí se percibió cada vez que ha habido aumento a nivel internacional”, comenta Marenco.

Por otro lado el economista señala que una razón por la que los nicaragüenses padecen más el aumento de los combustibles es debido a la frágil economía.

Si bien es cierto, también ha habido aumentos en el precio del combustible, no están percibiendo lo que se percibe en Nicaragua que es el costo de oportunidad. Al final del día, o llenás el tanque de combustible, consumís la misma cantidad de combustible, o hacés restricciones porque tu ingreso no te permite seguir ese mismo ritmo, de ahí que estamos observando ese efecto de encadenamiento en los precios”, subraya.

El alza en los precios de los combustibles sigue siendo una de las afectaciones más palpables para los nicaragüenses porque repercute además en el alza del precio de los alimentos y de otros productos de primera necesidad.