Opinión / Ensayos · 01/11/2022

El Cardenal Brenes y su Diálogo Metafísico

Hemos criticado al Cardenal Brenes por su falta de beligerancia frente a los atropellos sufridos por sus subordinados, que van desde exilios forzados, conversión a parias, encarcelamientos por acusaciones prefabricadas por el régimen, como las de difundir noticias falsas, hasta la violación de una menor de edad, pasando por desapariciones forzadas, como es el caso de Monseñor Álvarez, obispo de Matagalpa, quien cumple casi 100 días de aislamiento forzado y paradero desconocido; y hoy sorpresivamente nos enteramos, a través de distintos medios de comunicación que él (Brenes), ha estado dialogando con Ortega, y lo confirma diciendo que, «siempre debemos continuar con el diálogo», y además ha afirmado que el Papa Francisco, “conoce bien la situación y que siempre está informado”; y es que ambos líderes religiosos que parecían estar, al igual que moros y cristianos, fuera de toda posibilidad de diálogo con la dictadura, la que dicho sea de paso, ha rechazado con vehemencia cualquier acercamiento con sus críticos, incluyendo al gobierno norteamericano, de quienes el mismo Ortega dijo que dialogar con ellos significaba «ponerse la soga al cuello», han estado más bien «hombro con hombro» con el dictador.

Las declaraciones del Cardenal Brenes y las alusiones al Sumo Pontífice, provienen del Vaticano, lo cual, suponemos que tiene un cierto significado, o influencia divina, y es que el Cardenal Brenes, quien en el mejor de los casos ha dado declaraciones muy escuetas y hasta confusas cuando se le ha preguntado de la situación de los religiosos víctimas del régimen, o simplemente ha evadido de manera escurridiza a los medios de comunicación, que le han perseguido por meses tratando de obtener sus declaraciones, nos hace saber hoy lo que pareciera ser un rayo de esperanza, para lograr el fin de la crisis que atraviesa el país, no obstante, en su acostumbrado lenguaje, quizás muy bíblico para nuestro escaso conocimiento en esa materia, afirma que «el diálogo comienza pero no sabemos cuándo termina», dicho eso, cabe la pregunta, ¿estará el Cardenal usando un lenguaje parabólico o un lenguaje de mortales?, y sorprende aún más el Cardenal cuando declara que, «…no tengo miedo. Yo voy por las parroquias, manejo un auto, si me paro en un semáforo hablo con quien me encuentro»; sólo sospechamos que el nivel de misticismo alcanzado por el Cardenal supera cualquier expectativa, y es que es difícil, por no decir imposible que un ciudadano nicaragüense diga lo mismo al movilizarse por cualquier lugar del país.

Ahora queda esperar que el Cardenal permanezca más tiempo en El Vaticano, y experimente otra iluminación, como el metafísico diálogo que ha mantenido con Ortega, dado que este no se ha enterado; y más bien sugerirle al Cardenal que viaje a Tierra Santa, seguramente estando en tan etéreo paraje alcance los acuerdos finales que Nicaragua se merece.

Ezequiel Molina

Octubre 31, 2022.