Nacionales · 30/10/2020

El gran capital “quiere ir a negociar con Ortega”, afirma analista político Óscar René Vargas

El analista político Óscar René Vargas, señaló que la salida de la Alianza Cívica de la Coalición Nacional responde a los “intereses económicos” del gran capital, representados por los empresarios en la organización opositora que el lunes 26 de agosto anunció que abandonaba el bloque opositor para buscar “otros caminos nuevos que permitan aglutinar a todas las fuerzas democráticas de la oposición que quieran ir a las elecciones para poder ganarlas”.

Vargas aseguró en entrevista con La Mesa Redonda que el sector empresarial de la Alianza Cívica buscará una negociación con el dictador Daniel Ortega para mantener la “hegemonía económica” que nació en 2007 con el “modelo de diálogo y consenso” y que enriqueció a ambas partes, pero que sufrió una ruptura en 2018 a partir de la crisis sociopolítica de Nicaragua.  

“El gran capital quiere mantener su hegemonía, o por lo menos compartir la hegemonía económica, aunque sea la hegemonía política, ese fue el pacto público-privado con Ortega”, dijo Vargas.

El también economista, sostuvo que entre 2007 y 2018, los empresarios del sector privado recibieron exoneraciones y excepciones de impuestos alrededor de los 13 mil millones de dólares, y que por eso “ellos quieren volver a un acuerdo (con Ortega) que les permita seguir usufructuando de esos beneficios, eso es lo que está en el fondo, porque dudan que la dirigencia de abril sea capaz de mantener esos beneficios”, apuntó.

“Si vos ves que la cooperación de Venezuela fue de 6 mil millones, eso fue tontera y fue lo que enriqueció a Ortega y su grupo, pero los 13 mil millones enriqueció a los otros (empresarios). Y si metemos al capital bancario, ese es otro sector que también se ha enriquecido. El Consejo Monetario Centroamericano en una publicación oficial dice que en el 2016 la tasa de ganancia de los bancos en Nicaragua era del 30% anual, superior entre cinco y cuatro veces a los bancos de Panamá y Costa Rica que son mucho más desarrolladas las economías de esos países”, declaró.

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A juicio de Vargas, los empresarios necesitan de Ortega para seguir enriqueciéndose y Ortega necesita de ellos “para mantenerse en el poder”, lo que él califica como “el aterrizaje al suave”. Es por ello, que al separarse de los otros sectores de la oposición aglutinados en la Coalición, el gran capital busca “tener un respaldo político propio”, y su propio partido “es CxL”, aseguró.

Agregó que, en el caso de los estudiantes y jóvenes de la Alianza Cívica “han sido absorbidos por el gran capital”, y que en “ese pacto” con Ortega posiblemente va a entrar también el Partido Conservador (PC) de Alfredo César y “a lo mejor otros sectores” como el campesinado.

“Ellos quieren ir a negociar con Ortega ya no solo como Cámara, sino como Cámara + partidos políticos, y conseguir una base social que le permita tener más fuerza en la negociación con Ortega. Ese es su objetivo fundamental, es decir, renegociar el pacto del 2007-2009 y allí ya quieren presentarse como partido político, van a pedir algunas concesiones políticas para que ellos puedan participar, ese es uno de los objeticos de la empresa privada. Quieren volver a asegurarse una tasa de ganancia que les permita seguir enriqueciéndose”, aseveró el analista.

Por el contrario –añadió—“no están discutiendo, ni van a discutir el problema de la desigualdad económica, ni la desigualdad social” en Nicaragua.

Ese “maridaje” entre los sectores económicos del gran capital y los sectores de la nueva clase orteguista –subraya Vargas– ha hecho asociaciones económicas entrelazadas y el lugar donde se ve más eso y se hace más evidente es en la Cámara de la Construcción, precisó.

GRAN CAPITAL CONTRA SANCIONES

Por otro lado, el analista político afirmó que hasta la fecha el Nica Act de Estados Unidos no se ha aplicado, pese a haber sido aprobada en 2018, y que el gran capital estaría detrás para evitar que las sanciones lleguen en el marco de esta ley que condicionaría préstamos al régimen de Ortega a través de entidades financieras multilaterales y que traería sanciones individuales para personeros del régimen.

Asimismo, los empresarios estarían en contra de se suspenda el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) y el CAFTA, continuó.

Vargas refirió que las sanciones se estarían conteniendo de cara a una apertura de negociación entre la OEA, Ortega y la Alianza Cívica representada por los empresarios. Apoya su tesis por la resolución aprobada en la 50 Asamblea General del la Organización de Estados Americanos, en la que no se hizo mención a los presos políticos y a los exiliados.

“Allí se inició un proceso de negociación, eso es una negociación previa, no es algo que se le ocurrió a Almagro, pero para no perder la cara; viene el embajador (Carlos) Trujillo y eleva la parada, pero son declaraciones, no es nada concreto. Lo concreto fue la resolución”, manifestó.

La “negociación tripartita” entre la OEA, la Alianza y el régimen de Ortega es el escenario por el cual la OEA dio siete meses –según Vargas—para que el sector de la Alianza con CxL “puedan construir una alternativa política”.

Vargas concluyó diciendo que el gran capital que se salió de la Coalición adoptó “el síndrome de la ceguera”, pues “no están viendo lo que está pasando en el país”. Y, que en el caso de la Coalición Nacional esta debe “consolidar su base social a través de la construcción de pequeñas victorias” y demostrar “capacidad política”.