Opinión / Ensayos · 06/01/2021

El matrimonio presidencial está debilitado

*Sergio Simpson

Para callar adversarios el régimen militar mantiene armados patrullando, más de cien prisioneros políticos, acoso y represión permanente a quienes desean organizarse para las elecciones o intentan manifestarse en las calles.

A la familia Ortega Murillo le adversa una oposición mayoritaria de nicas, fue reafirmado en las movilizaciones cívicas reprimidas con balazos en el año 2018, cientos de muertos y heridos y presidiarios.

Sin embargo, sigue gente expresando el descontento por diversos medios, especialmente las redes sociales, en conversaciones privadas, y en el exilio miles de voces cuentan la crueldad vivida.

La evidencia del temor a perder el poder, además se manifiesta con la acción del ejército que ha eliminado a guerrilleros y opositores rurales. Daniel Ortega, desde los años ochenta durante la batalla nacional, ha sido la figura dictatorial del país y no ha cambiado.

La prisión, la tortura, la muerte, la guerra, el éxodo y la pobreza, están asociadas a la imagen de los Ortega Murillo, a pesar que el discurso para masas se destaca como progreso las obras simples de infraestructura y regalías, para maravillar a sus seguidores de pocas aspiraciones.

Tienen pavor de perder elecciones, si fuesen honestas. Además del uso de armas, firman leyes para encerrar en mazmorras a nicaragüenses que osen reclamar respeto a los derechos humanos, erradicar la corrupción, y la construcción de un estado democrático.

De igual manera, la familia en el gobierno enfrenta un escenario internacional desfavorable, con sanciones económicas y acusaciones de actos que podrían culminar en procesos judiciales.

Ese discurso antimperialista es para mantener la agitación de sus fanáticos dispuestos a matar o morir por “patriotismo revolucionario”, es una oratoria de Daniel y Rosario que se muestra desfazada en el orden de la justicia mundial, sabiendo que deberán negociar o saldrán muy dañados.

Quienes están en el gobierno no se muestran poderosos, sino debilitados, es indiscutible cuando fortalecen su aparato militar, y atacan a inconformes que reclaman justicia, libertad para prisioneros, y elecciones transparentes.

La mayoría de opositores es fuerte, sin armas resiste el asedio de uniformados y paramilitares, busca el método para erradicar la violencia y fomentar la rebeldía cívica, y construir un estado nicaragüense administrado por personas honestas, eficientes, demócratas.