Nacionales · 11/11/2020

El oscuro pasado del cónsul ruso que Ortega nombró en Crimea y por el cual Ucrania amenaza con sanciones a Nicaragua

Ex espía ruso, expulsado por Reino Unido en 1985, sancionado por Estados Unidos, envuelto en un escándalo de corrupción en su país, esos son algunos de los antecedentes oscuros en la vida de Oleg Beláventsev, quien en julio pasado fue nombrado por el dictador Daniel Ortega como “Cónsul Honorario de la República de Nicaragua en la República de Crimea” bajo el acuerdo presidencial N° 76-2020 publicado en La Gaceta.

El pasado viernes, el Gabinete de ministros de Ucrania emitió una orden para iniciar la imposición de sanciones contra Nicaragua, por nombrarlo cónsul en Crimea, pese a la protesta de Kiev.

Beláventsev nació en Moscú, Rusia, el 15 de septiembre de 1949, se graduó de la Escuela Superior de Ingeniería Naval de Sebastopol y en la Academia Diplomática Militar, ejerció como enviado plenipotenciario del presidente ruso Vladimir Putin para los Distritos Federales de Crimea y Cáucaso Norte. Recibió varias condecoraciones, incluido el título de “Héroe de Rusia”, máximo distintivo militar del país.

El ex diplomático soviético fue expulsado del Reino Unido por el gobierno de Margaret Thatcher el 24 de abril de 1985 por “acciones inaceptables” no especificadas que “amenazaban la seguridad nacional”.

Belaventsev ha ocupado cargos importantes en el gobierno ruso, desde el de subdirector de la principal agencia rusa de comercio de armas hasta enviado especial del presidente Putin, en Crimea, lo que lo reintrodujo en el mundo occidental, y provocó que lo agregan a las listas de sanciones de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos como “personas responsables de la crisis de Ucrania”.

Según investigaciones de Novaya Gazeta y del Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), Beláventsev es un ex espía convertido en humanitario que “se ayudó a sí mismo”.

Entre 2001 y 2012, dirigió el Ministerio de Situaciones de Emergencia (EMERCOM), sus empresas privadas, fundadas mientras dirigía esta agencia estatal responsable de los esfuerzos humanitarios, ganaron contratos millonarios para implementar numerosos proyectos humanitarios rusos en el extranjero en los últimos años.

Las empresas de Belaventsev también prosperaron dentro de Rusia. Estableció una empresa conjunta para producir vehículos de extinción de incendios con Rosenbauer, un importante fabricante de camiones de bomberos y una de las empresas más importantes de Austria. Esta empresa se relacionó anteriormente con un controvertido empresario ruso que, según funcionarios estadounidenses, está asociado con el crimen organizado.

Según los cálculos de OCCRP, esta empresa, junto con otras, propiedad de Belaventsev, recibió cientos de millones de dólares en contratos estatales de diferentes agencias gubernamentales donde trabajaba.

Sus empresas también se han recuperado de la guerra en el sureste de Ucrania: el EMERCOM compró alimentos de las empresas de Belaventsev para los convoyes humanitarios que se dirigían a la zona de Donbas, controlada por los rebeldes, a lo largo de la frontera oriental con Rusia.

EMERCOM no es bien conocido en el dominio público incluso en Rusia, porque sus operaciones generalmente se presentan como proyectos del Ministerio de Situaciones de Emergencia. No obstante, Emercom es una de las organizaciones más importantes de Rusia porque gestiona todos los programas humanitarios rusos en el extranjero.

Fue durante su tiempo en EMERCOM que Belaventsev sentó las bases de lo que se convertiría en un lucrativo imperio empresarial. La mayoría de los proyectos humanitarios de EMERCOM en el extranjero se llevan a cabo en cooperación con la Organización Internacional de Defensa Civil (ICDO), creada en 1931 por el cirujano general francés George Saint-Paul. La organización intergubernamental desarrolla estructuras “para asegurar la protección y asistencia de las poblaciones, y para salvaguardar la propiedad y el medio ambiente frente a desastres naturales y provocados por el hombre”.

Rusia es el mayor donante de ICDO, contribuyendo con 42,6 millones de dólares el año pasado para diferentes proyectos en todo el mundo. Entre 2008 y 2012, las contribuciones rusas a la ICDO totalizaron más de 200 millones de dólares. Gran parte de ese dinero se destinó a las empresas de Belaventsev.

Desde 2011, Rusia ha estado ayudando a Nicaragua a crear un sistema nacional para prevenir y controlar emergencias. El programa, como otros, fue financiado por el gobierno ruso a través de contribuciones a la ICDO. El presupuesto total del proyecto fue de 26,6 millones de dólares.

Daniel Ortega, solicitó ayuda adicional, y las autoridades rusas acordaron suministrar a Nicaragua vehículos de extinción de incendios y hospitales médicos de campaña por valor de 26,5 millones de dólares. Este dinero también fue directamente a Belaventsev, según la investigación.

Según datos de la aduana rusa, en 2011 y 2012 una empresa con sede en Moscú llamada Fire-Fighting Special Technics suministró 47 vehículos de extinción de incendios al Comando General del Ejército de Nicaragua a un costo de 22,7 millones de dólares,

Según Rosstat -agencia rusa- el 51 por ciento de las técnicas especiales de extinción de incendios está controlado por la misma empresa rusa, ZTPP, cuyos propietarios incluyeron a Belaventsev y a funcionarios anteriores.

El 28 de abril pasado, Belaventsev fue incluido en una lista de sancionados por parte de Estados Unidos

UCRANIA ANUNCIA SANCIONES

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania expresó una enérgica protesta en relación con la visita ilegal y descoordinada de la embajadora orteguista en Rusia Alba Azucena Torres en Crimea, para entregarle a Beláventsev una carta patente consular.

Oleg Beláventsev y Alba Azucena Torres / Cortesía

“Esta acción es considerada por nuestro Estado como insignificante y es vista como un paso abiertamente hostil de Nicaragua hacia Ucrania, lo que contribuye a la agresión de la Federación Rusa y su intento de anexar una parte integrante del territorio de Ucrania, que son la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol”, señaló el Ministerio.

El Ministerio de Asuntos Exteriores recordó que, de acuerdo con la legislación de Ucrania, la entrada y salida de extranjeros y apátridas del territorio ocupado temporalmente se realiza a través del territorio de Ucrania, y cualquier organismo, sus funcionarios y oficiales en el territorio “ocupado temporalmente” y sus actividades se consideran ilegales si fueron creados, elegidos o nombrados de una manera no prevista por la legislación de Ucrania.

“La parte ucraniana ha comenzado el proceso de aplicación de sanciones conforme a la legislación de Ucrania y continuará tomando todas las acciones necesarias previstas por las leyes de Ucrania y el derecho internacional para proteger la soberanía y la integridad territorial de nuestro Estado” advirtieron los diplomáticos ucranianos.

Crimea se escindió de Ucrania y se incorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría de los votantes —más del 96%— avaló esa opción.

Las autoridades ucranianas consideran a Crimea un territorio “provisionalmente ocupado”. Mientras Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU, votaron a favor de la unificación con Rusia.