El abogado Edgard Parrales, también analista político y exembajador de Nicaragua ante la OEA, señaló que históricamente la justicia funciona “a medias” en el país, y desde que el partido FLSN retornó al poder, opera bajo el “capricho” del dictador Daniel Ortega.
“La justicia históricamente en Nicaragua ha funcionado a medias. La administración de la justicia en la historia republicana de Nicaragua –para no irnos más lejos—vemos que lo que está plasmado en las leyes y en el instrumento jurídico, no es lo que prevalece, sino que prevalece la miseria humana”, dijo Parrales en entrevista con La Mesa Redonda.
Parrales subrayó que, habiendo vivido en la época del somocismo y del sandinismo, puede constatar que en el primero en mención “había menos violación de derechos y más respeto de la institucionalidad que la que hay ahora con el sandinismo” que a su juicio “ha sido el mayor fiasco de la historia”.
“El sandinismo ha sido lo peor en la historia de Nicaragua, la peor perversión de la justicia y del derecho, llegando a extremos insospechados. Hemos regresado a la barbarie”, apuntó.
El abogado criticó que pese a tener leyes y un sistema institucional jurídico, en Nicaragua, estos no funcionan “porque el que está en el poder (Daniel Ortega) haciendo un uso abusivo del poder a la sombra de las almas que posee, hace de la ley lo que quiere”.
“Prácticamente la anula, la convierte en papel mojado, la hace algo inservible e impone a los ciudadanos su sacrosanto capricho para hacer lo que le da la gana”, declaró.
Parrales afirmó que en este país “todos los días se violan las leyes”, comenzando por los magistrados y poderes del Estado hasta el funcionario del más mínimo rango.
Mencionó que, en el caso de los presos políticos versus los presos comunes, estos últimos “gozan de mejor condición y de liberación, por una decisión ‘benévola’ por el poder el Ejecutivo del país y dejan en la cárcel sufriendo todo tipo de atropellos a aquellos que no han cometido delitos” en referencia a los reos políticos.
El también exsacerdote, indicó que la falta de justicia en el orteguismo revela que hay una crisis profunda de valores éticos, morales y humanos. Por ello, llamó a luchar por la justicia y a no aceptar una sociedad “perversa” basada en caprichos, cobardía y comodidad.
“Cómo es posible que hayamos sumergido a la sociedad nicaragüense en tanta bajeza, en tanta podredumbre, en tanta vileza, tenemos que rescatar a Nicaragua, sacarla de esa visión estrecha del poder”, añadió.