Sayra Cordero se presentó el miércoles a la audiencia inicial por el caso en el que fue brutalmente golpeada el pasado 2 de mayo en Masaya, y producto de ello perdió su ojo derecho. Sin embargo, la justicia orteguista está responsabilizando del ataque a un joven que la víctima ni siquiera conoce, y a ignorado que Cordero afirma que quienes la agredieron fueron policías de la Dirección de Operaciones Especiales.
“Se realizó Audiencia en la que Sayra Adriana Cordero es víctima de golpizas que le produjeron pérdida de uno de sus ojos. Se hizo presente en el recinto judicial para expresar que el ciudadano procesado no es el responsable del hecho sino algunos miembros de la Policía de Masaya”, informó el abogado Julio Montenegro, del bufete Defensores del Pueblo que le da acompañamiento de la víctima.
Por su parte, Cordero dejó claro ante los juzgados de Masaya que el joven que presentan como responsable no es quien la atacó, sino policías, por lo que exigió justicia.
“Hoy fue la audiencia inicial de mi caso, donde inculpan a un muchacho que nada tuvo que ver, los que realmente me pegaron fue la institución policial, y exijo que se cumplan mis derechos”, expresó la joven.
Además, denunció que está siendo asediada por la Policía Orteguista en su vivienda, “ojalá obtenga una respuesta positiva, quiero justicia”, agregó.
El abogado José Antonio López, también de Defensores del Pueblo indicó que la joven fue clara y enfática al acusar a oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía.
“Sayra pidió la palabra y dijo delante de la juez, esta persona que están acusando, no es la persona que me agredió a mí, quien me agredió fueron policías”, relató López. Sin embargo, el proceso continuó contra un inocente.
Según la versión de la Policía Orteguista, luego de “investigaciones”, Venuar Peña Latino “estando en estado de ebriedad discutió con la víctima Sayra Adriana Cordero, que también se encontraba ingiriendo licor, propinándole golpes a puño cerrado, causándole lesiones en su rostro, siendo el móvil del hecho rencillas”. Esta versión ha sido rechazada por la víctima, insistiendo que los responsables son los agentes policiales.