En las últimas 48 horas el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha sido golpeado con mayores presiones por parte de la comunidad internacional para lograr que estos permitan un cambio democrático en Nicaragua a través de elecciones libres, justas y observadas, tras dos años de crisis sociopolítica.
Ayer, el Parlamento Europeo aprobó con 609 votos a favor, 21 en contra y 69 abstenciones, una resolución sobre Nicaragua, que establece la aplicación de sanciones contra Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo, si aprueban dos iniciativas de ley consideradas “anticonstitucionales”.
Asimismo, la Eurocámara incluyó la invocación de una cláusula democrática que podría suspender a Nicaragua del Acuerdo de Asociación Comercial con la Unión Europea.
Hoy, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos aplicó sanciones contra la Fiscal General de la República de Nicaragua, Ana Julia Guido; a Paul Oquist Kelley, asesor privado del dictador Daniel Ortega; y a la Cooperativa de Ahorro y Crédito Caja Rural Nacional RL (CARUNA).
El Tesoro afirmó que estos funcionarios e institución “poyan al régimen de Ortega” y que estas sanciones son “un esfuerzo por apuntar a operaciones financieras clave y funcionarios gubernamentales que continúan socavando la democracia de Nicaragua”.
Sobre estas acciones contra el régimen Ortega-Murillo, el analista diplomático y exdiplomático nicaragüense Bosco Matamoros, sostuvo en entrevista con La Mesa Redonda que, ha observado una coordinación y “asimetría” entre Europa y Estados Unidos, dado que la aprobación de la resolución europea y sanciones norteamericanas se dan una seguido de otra.
“Nicaragua siendo un país marginal en el sistema internacional, le preocupa tanto a los europeos como a los norteamericanos de manera diferente, pero sí coinciden en la preocupación de que países con los cuales ellos le han dado trato preferencial, oportunidades de inversiones, se opongan a las formas democráticas”, dijo Matamoros.
Puntualizó en el Acuerdo de Asociación de la Unión Europea y el DR CAFTA con Estados Unidos, donde “está una cláusula democrática que implica el respeto a las normas constitucionales, los derechos fundamentales y la alternabilidad en el poder a través de procesos electorales democráticos de acuerdo a normas internacionales”.
“Tanto para la Unión Europea como para los Estados Unidos, el gobierno del presidente Ortega no ha respetado estos principios, ni a cumplido con sus obligaciones tanto en el Acuerdo de Asociación con Europa, como en el DR CAFTA con los Estados Unidos. Ahí vemos entonces una coincidencia, no solamente en la filosofía, no solamente en los objetivos, sino en el mecanismo para alcanzar un cambio de régimen en Nicaragua”, explicó.
Para Matamoros, Europa y Estados Unidos “es fundamental que se lleve a cabo un proceso electoral de acuerdo a los estándares internacionales, que se respeten las normas fundamentales” en Nicaragua.
El exdiplomático aseguró que el Estado de Nicaragua está obligado a cumplir con los acuerdos que ha suscrito en términos de democracia y derechos humanos, de lo contrario “las sanciones europeas vienen y las norteamericanas van a continuar de una forma sistemática”.
“Ese tren no se para, la única forma de congelar esas acciones es la democratización del país”, aseguró.
Con respecto a la próxima Asamblea General de la OEA, el analista cree que el debate sobre la situación de Nicaragua previsto para el 20 y 21 de octubre coincidirá con las demandas de la UE y Estados Unidos sobre la petición de elecciones libres y transparentes en Nicaragua.
Matamoros añadió que con las últimas acciones de la comunidad internacional contra el régimen de Ortega, este debería pensar en el futuro de su familia y de el de FSLN.