Internacionales · 09/11/2020

Evo Morales volvió hoy a Bolivia tras casi un año de exilio

El expresidente Evo Morales volvió este lunes a Bolivia después de 11 meses de exilio en Argentina. Cruzó a pie el puente que une la ciudad de La Quiaca con la población de Villazón, donde lo esperaban miles de simpatizantes. Lo acompañó el presidente argentino Alberto Fernández, quien había llegado a frontera tras participar el domingo en la toma de posesión del nuevo presidente boliviano, Luis Arce.

La victoria del candidato del MAS, el partido fundado por Morales, permitió que el expresidente pudiera retornar. Poco después de las elecciones de octubre, que Arce ganó con el 55% de los votos, un juez suspendió la orden de detención que el Gobierno interino de Jeanine Áñez había solicitado en contra del expresidente.

Poco antes de cruzar la frontera, Morales dio un breve discurso en el que recordó haber cruzado por ese mismo puente cuando era niño y acompañaba a su familia a trabajar en la cosecha de caña argentina. “Vengo de muy abajo y fui presidente por la unidad del pueblo boliviano”, dijo. Y se alegró: “Sabía que volvería a Bolivia, pero no pensé que sería tan rápido. Es un hecho histórico”. Morales estaba acompañado por su exvicepresidente, Álvaro García Linera, y dos exministros de su Gobierno.

En Villazón lo esperaban miles de jóvenes bolivianos que fueron a recibirlo incluso desde el día antes. Campesinos, recolectores de hoja coca, mineros ataviados con sus cascos de trabajo, indígenas con trajes típicos, activistas argentinos de izquierda que se pararon por horas junto a quioscos de comida y bebida, mientras algunos grupos folclóricos interpretaban canciones y danzas típicas.

El presidente Arce no mencionó a Evo Morales en su discurso de posesión del domingo. Se supone que no lo hizo por la animadversión que el jefe del Movimiento al Socialismo (MAS) genera en una parte de la población boliviana, que lo considera un “dictador” y cuestiona sus reiterados intentos de reelegirse como gobernante.

Su destino final es Chimoré, un pueblo en la zona cocalera donde el expresidente ha vivido desde muy joven y donde piensa continuar residiendo en el futuro.

Llegará a esta localidad el 11 de noviembre, el miércoles, el mismo día, exactamente un año después, en que un avión mexicano lo extrajera del aeropuerto que está allí emplazado para evitar que fuera detenido por los policías amotinados en contra de su Gobierno.

El día anterior había tenido que renunciar a la presidencia, acorralado por la combinación de un paro nacional de actividades, bloqueos en las calles de las principales ciudades, un motín policial y la “sugerencia” de las Fuerzas Armadas de que abandonase el poder. Esos días de convulsión desencadenaron una crisis institucional y una oleada de protestas en la que fallecieron decenas de personas.

*Con información de EL PAIS