El excarcelado político Bryan Palma Arauz y su esposa Carmen Parrales Córdova tomaron la decisión de huir de Nicaragua, a causa de la persecución del régimen de Daniel Ortega por su participación en las protestas antigubernamentales de 2018.
En el caso de Palma, desde su excarcelación el acoso de parte del régimen y sus simpatizantes no cesaron; fue perseguido y agredido, con considerables consecuencias.
El 29 agosto de 2020 fue golpeado y tirado de una camioneta en movimiento, y el 3 de junio pasado fue acosado e interceptado por simpatizantes sandinistas que le dieron una golpiza y lo amenazaron de muerte.
Bryan, había sido acusado de “terrorismo, en perjuicio de la tranquilidad pública de la sociedad nicaragüense” y condenado por la justicia orteguista a 16 años, finalmente fue excarcelado.
Por su parte, Carmen Parrales, es una activista y es hija del ex embajador y analista político Edgard Parrales. Ella también ha sufrido acoso de parte de simpatizantes del régimen luego de haber participado activamente en las protestas de abril 2018.
La pareja decidió salir del país ante el constante acoso y el temor a ser recapturado él o asesinados ambos.