Destacados / Nacionales · 23/11/2022

Familiares de presos políticos denuncian “graves afectaciones psicológicas, físicas y emocionales” en sus parientes

Los familiares de las personas presas políticas secuestradas en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como ‘El Chipote’, denunciaron este miércoles que, sus familiares están sufriendo “graves afectaciones psicológicas, físicas y emocionales”, provocadas por el encierro injusto ordenado por el régimen Ortega-Murillo.

Los presos y presas políticas en El Chipote tuvieron visitas los días 19 y 20 de noviembre, en la que sus familiares constataron el estado físico y mental de estos, tras 84 días de incomunicación absoluta.

Durante este largo periodo de desaparición e incomunicación entre la última visita y ésta, pudimos verificar las graves afectaciones psicológicas, físicas y emocionales provocadas en nuestros presos políticos al desconocer la situación de sus familiares. Crisis nerviosas y de hipertensión, padecimientos cardíacos, insomnio, pérdida de apetito, llantos y desesperación fueron algunas de las consecuencias derivadas de la incomunicación prolongada a la que fueron sometidos nuestros familiares”, dijeron las familias mediante un comunicado.

Los familiares expresaron su alarma por el deterioro físico de las personas, por lo cual urgieron “atención médica especializada y oportuna para diagnosticar apropiadamente y atender los antiguos y nuevos padecimientos de salud que amenazan la vida de nuestros familiares”.

Hicieron un “especial llamado a las autoridades pertinentes para que a las personas mayores con afecciones crónicas y delicadas de salud, se les conceda el traslado a sus casas bajo el régimen de casa por cárcel como lo dispone la ley nacional”.

Asimismo, denunciaron que persiste la negativa de garantizar visitas y comunicación con niños, niñas y personas con necesidades especiales, violentando los derechos de sus hijos, mismos que están protegidos por leyes nacionales e internacionales y por el Código de la Niñez y la Adolescencia que fue firmado por el Estado de Nicaragua.

“Igualmente persiste la falta de calendarización en las visitas regulares, incumpliendo los periodos (15-21 días) e incumplimiento continuo de las convenciones internacionales de derechos humanos y las Reglas Nelson Mandela. La incomunicación es tortura y provoca graves daños emocionales, físicos y psicológicos en los presos y en nosotros sus familiares”, apuntaron.

Exigieron con urgencia la regularización de las visitas, con presencia y participación de hijos menores y/o con necesidades especiales; así como acceso a llamadas telefónicas/videollamadas y correspondencia como fotografías, dibujos y cartas, que incluyan a familiares en el exilio. “Nuestros hijos merecen, necesitan y tienen el derecho de ver a sus padres”, agregaron.

Además, se mantiene “la política arbitraria de no ingreso de material de lectura y escritura, situación que recrudece su situación de aislamiento”. En virtud de ello, demandaron “les sea respetado el derecho a tener acceso a material de escritura y lectura, en especial a la posesión de Biblias o cualquier otro libro sagrado de acuerdo a sus prácticas religiosas”.

También, demandaron urgentemente el ingreso de organizaciones de derechos humanos, la Cruz Roja Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, y la Comisión de Expertos Independientes de las Naciones Unidas a la Dirección de Auxilio Judicial y demás cárceles del sistema penitenciario y estaciones policiales en todo el país, para constatar la situación de sus familiares.

FAMILIARES FUERON DESNUDADOS

Por otro lado, los familiares confirmaron que fueron obligados a desnudarse y a hacer sentadillas, antes de ver a sus parientes.

Las visitas se dieron bajo un clima de gran tensión y abuso de poder debido a que fuimos sometidos, la mayoría de familiares hombres, mujeres y ancianos, a revisiones exhaustivas y denigrantes, violatorias a nuestra integridad física e intimidad. Fuimos obligados a desnudarnos, hacer sentadillas, para luego ser víctimas de comentarios denigrantes y burlescos sobre la desnudez de nuestros cuerpos”, denunciaron.

Añadieron el “abuso que las autoridades de Auxilio Judicial en el Chipote realizan contra los familiares que buscan obtener más información sobre el estado de sus detenidos”.

Exigimos que cesen las represalias y amenazas, detención arbitraria, privación del régimen de visita, negativa de recibir agua y alimentos, y otras acciones en contra del familiar preso”, concluyeron.