Pérdida extrema de peso, lagunas mentales, pérdida de dientes, manchas en la piel, son algunas de las afectaciones de los presos políticos en El Chipote
Familiares de los presos políticos secuestrados en la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como ‘El nuevo Chipote’, denunciaron este martes las serias afectaciones a la salud física y psicológica que sufren sus familiares, entre las que destacan la pérdida excesiva de peso, lagunas mentales, pérdida de dientes, manchas en la piel y ojos, entre otras.
Los familiares realizaron la denuncia a través de una conferencia de prensa virtual, en la que detallaron que entre el 30 de diciembre y el 02 de enero de este año, pudieron ver a sus familiares.
“El deterioro físico continúa debido a la pérdida de peso, alimentación no balanceada y falta de acceso regular a luz solar. No se ha permitido entrada de ropa de cama o de abrigo, ni frazadas para la mayoría, que sigue sufriendo de un frío lacerante durante las noches. Las condiciones de iluminación son inadecuadas. En algunas celdas permanecen las luces encendidas las 24 horas del día y otras se encuentran en penumbra”, señalaron los familiares.
“En la mayoría de los casos no se ha admitido valoraciones y seguimiento médico externo o de especialistas, ni siquiera en los casos de condiciones preexistentes; ya han desarrollado otras afecciones y sus vidas están en riesgo permanente”, agregaron.
Alertaron que la salud de las personas de la tercera edad “está en situación crítica”.
Estos son algunos casos específicos:
José Pallais: ha perdido casi 90 libras de peso y su estado de debilidad física que le ha llevado a sufrir dos desmayos.
Mauricio Díaz: ha perdido alrededor de 30 libras, se ha desmayado dos veces, tiene manchas en su piel y lagunas mentales.
Violeta Granera: ha perdido dientes, se le dificulta comer y tiene manchas rojas en la cara por falta de sol.
Edgar Parrales: que carece de intestino grueso, tiene una hernia y ha perdido 12 libras en 40 días.
Juan Lorenzo Hollman: tiene mancha en el ojo y también ha sufrido de desmayos.
“La mayoría de las celdas son pequeñas con camas de concreto. Sus colchonetas, aunque se las cambiaron una vez, están deterioradas por el uso constante, lo que les ocasiona lesiones en la piel y dolores musculares”, apuntaron.
Irving Larios, Miguel Mendoza, Roger Reyes, Álvaro Vargas, Michael Healy y Yader Parajón “permanecen de a dos, desde su secuestro, en celdas de castigo, lo que nos causa gran alarma y preocupación”.
Tamara Dávila, Ana Margarita Vijil, Suyén Barahona y Dora María Téllez “siguen siendo sometidas a aislamiento permanente, confinadas en celdas solitarias”.
CASO DE ROGER REYES
El caso del abogado Roger Reyes, fue calificado por su esposa Fernanda Guevara, como “terrible”, pues afirma que el día que lo vio y habló con él, pudo constatar que su cónyuge sufre depresión, ha estado más de 45 días en una celda de castigo por haber escondido unos jugos que ella le había llevado en una visita anterior.
Guevara, señaló que su esposo está perdiendo la memoria, pues no recuerda a sus hijas, olvidó cómo y cuando fue secuestrado por la Policía Orteguista. Ella aseguró que Reyes estaría entrando en un “estado psicosis” a causa del aislamiento prolongado.
“Nos preocupa el estado de salud físico y mental de Roger Reyes. Ha presentado depresión, ansiedad y pérdida de memoria. Ha pedido en múltiples ocasiones ser atendido por un psiquiatra, sin embargo esta petición no ha sido escuchada. Debe ser atendido por un especialista y se le respete la garantía de sus derechos humanos”, demandaron los familiares de todos los presos políticos.
A los reos políticos se les sigue negando acceso a material de lectura, noticias actuales, u a otras actividades que les vincule al mundo y les permita ocupar su mente y su tiempo. “Sus celdas permanecen custodiadas permanentemente por policías, impidiéndoles, a través de amenazas, la comunicación entre ellos y ellas”, concluyeron.
Las familias expresaron su “profunda preocupación por las condiciones en que les mantienen y que están provocando daños irreversibles tanto físicos como psicológicos”.
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ACOSO A FAMILIARES EN EL CHIPOTE
Asimismo, denunciaron que son acosados durante las visitas a sus familiares en ‘El Chipote’.
“Presencia exagerada de agentes policiales; revisiones físicas que incluyeron, tocamientos, retiro de vestimenta y ropa interior, despojo de objetos de uso personal; toma sin consentimiento de fotos y videos registrando el saludo inicial en las visitas, incluso exigiéndonos posar y retirarnos las mascarillas en contra de nuestra voluntad; tampoco se ha permitió mostrarles cartas, dibujos, o fotografías de hijos y familiares menores de edad, mucho menos comunicación con ellos en navidad y Año Nuevo”, relataron.
“Inmediatamente después de las visitas, nuestros familiares sufren un registro exhaustivo, pese a que los visitantes ya fuimos revisados. Adicionalmente, los días posteriores a la visita no se nos reciben complementos alimenticios más que botellas de agua”, añadieron.
Los familiares exigieron una vez más la “liberación inmediata y sin restricciones” para sus familiares, así como para las más de 160 personas presas políticas.
“Todas y todos son inocentes de los cargos imputados por la Fiscalía y su libertad es lo que legalmente corresponde”, zanjaron.
DEMANDAS MIENTRAS ESTÉN DETENIDOS ILEGALMENTE:
- Respeto a sus derechos humanos, a la presunción de inocencia y al debido proceso; establecimiento de visitas periódicas de su defensa técnica en condiciones de privacidad, proporcionar las copias de los expedientes y reanudar su tramitación suspensos sin causa legal.
- Cese inmediato del aislamiento al que están sometidas Tamara Dávila, a quien nunca han sacado al patio y permanece en celda empernada, Suyén Barahona, Dora María Téllez y Ana Margarita Vijil.
- Cese inmediato de la reclusión en celdas de castigo de Irving Larios, Miguel Mendoza, Roger Reyes, Álvaro Vargas, Michael Healy y Yader Parajón. Que se permita el ingreso de un especialista para tratar en forma inmediata las afecciones que está sufriendo Roger Reyes.
- El cambio inmediato de la medida cautelar de prisión por arresto domiciliar para todas las personas de la tercera edad y para las que se encuentran en situación crítica de salud en respeto a la legislación misma y a sus derechos humanos.
- Calendarización de visitas familiares regulares semanales, como fue mandado en audiencia judicial inicial, y sin acoso a familiares ni a abogados.
- Cese a los interrogatorios.
- Cese al trato inhumano al ser trasladados a la sala de interrogación donde los llevan amarrados fuertemente con bridas en las manos y con la cabeza hacia abajo.
- Establecimiento de mecanismos adecuados según el Código de la Niñez y la Adolescencia para garantizar la comunicación entre nuestros familiares y sus hijas e hijos menores de edad.
- Autorización para que las familias podamos proporcionarles al menos un tiempo de comida al día para garantizar alimentos sanos, completos y alineados con sus necesidades particulares.
- Autorización generalizada para la entrega de bebidas y comidas nutricionales, artículos de higiene personal, frazadas, colchas, y ropa de abrigo para combatir el frío que sienten todas las noches.
- Garantizar la entrega de paquetería, que manejen en sus celdas los artículos que les proporcionamos para su uso. De manera que ellos y ellas puedan usarlos de acuerdo a sus necesidades, cambiar sus mascarillas cuando lo requieran, usar su gel de alcohol, tomar una bebida los diabéticos cuando su falta de azúcar lo requiera y no les sean condicionados en violencia de sus derechos humanos.
- El establecimiento de horas comunes de patio y sol, donde puedan interactuar entre ellas y ellos, y con el espacio que les rodea.
- Garantizar seguimiento médico especializado a los pacientes con enfermedades crónicas.
- Que se permita el ingreso de una delegación del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) para que verifique las condiciones de salud física y mental de cada persona presa política.
- Que se permita ingreso de material de lectura de su elección, según con sus creencias y valores: El acompañamiento pastoral y el acceso a una Biblia o libro sagrado de acuerdo con la religión que profesen, en respeto a su derecho de libertad religiosa.