A cuatro años de la rebelión cívica de abril, familiares de víctimas de la represión orteguista, opositores, excarcelados políticos y exiliados, conmemoraron este lunes el cuarto aniversario de la insurrección contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Las organizaciones que convocamos esta conferencia, familiares de asesinados de la masacre de abril de 2018, excarcelados políticos, representantes de grupos en el exilio en Costa Rica, organizaciones juveniles, estudiantes, feministas, organizaciones del sector político dentro fuera de Nicaragua, reiteramos en esta jornada del cuarto aniversario de la insurrección de abril nuestra firma posición de resistencia en demanda de justicia para miles de las víctimas de la represión, libertad para todos los presos políticos y de la lucha contra la dictadura en Nicaragua”, expresó en conferencia de prensa virtual Gabriel Potoy, excarcelado político y exiliado en Costa Rica.
Los participantes llamaron a otras organizaciones de la oposición a unificar y consensuar frentes de lucha “con el decidido propósito de dar fin a la dictadura”.
“Llamamos a todas las organizaciones, grupos e individuos que se identifican con esta lucha azul y blanco a unirnos en esta jornada, a sumar a ellas sus propias expresiones, sus propios eventos, para enviar un mensaje claro y fuerte de que juntos vamos por el fin de la dictadura”, señalaron.
“Llamamos a toda la oposición nicaragüense a mantener, extender e intensificar la búsqueda de justicia plena y establecimiento de la democracia en Nicaragua (…) Hacemos un llamado a unificar y consensuar todos nuestros frentes de lucha con el decidido propósito de dar fin a la dictadura”, destacaron.
“Les incentivamos a concertar un acercamiento decidido para consolidar la unidad en acción”, concluyeron.
Entre la jornada de conmemoración se incluye el lanzamiento de libros y exposiciones fotográficas a las 11:00 a.m. dirigido por la Asociación Madres de Abril (AMA) y la Coordinadora Universitaria.
La realización de misas y vigilias en honor a los 355 personas asesinadas. Jornadas de ayuno y oración.
También visitas a embajadas de Nicaragua en diferentes países para realizar plantones cívicos.