El régimen orteguista ordenó a sus fanáticos recolectar firmas a favor de la propuesta de cadena perpetua, impulsada por el dictador Daniel Ortega, para castigar a los autores de “crímenes de odio” y expresamente dirigida contra los opositores nicaragüenses.
En una “carta abierta” dirigida a la Corte Suprema de Justicia y a la Asamblea Nacional dominada por el orteguismo, los fanáticos piden “de manera urgente” que se proceda a elaborar y aprobar “leyes que castiguen de manera efectiva” los crímenes de odio.
Los orteguistas justifican el levantamiento de firmas “ante el crimen atroz (asesinato y violación) de dos niñas”, en referencia a las hermanitas Lilliam de 12 años y Blanca de 10, asesinadas el fin de semana pasado en la comarca Lisawé, Mulukukú.
Por publicaciones de personas orteguistas se conoce que las firmas se están recolectando en las casas del FSLN de todos los municipios del país.
Aunque el documento de los orteguistas señala que se sancionen con cadena perpetua a los culpables de actos “atroces”, porque las penas actuales “no son proporcionales al daño que causan estos actos”, varios analistas han advertido que el castigo va dirigido a los opositores y no a proteger a las niñas de la violencia machista.
El régimen orteguista informó el pasado lunes que orientó “penalizar con prisión a cadena perpetua a quienes cometan estos delitos que tipificamos crímenes de odio, crueles, aberrantes, humillantes y denigrantes que no corresponden a la cultura nicaragüense”, mismas palabras con las que Ortega y su mujer Rosario Murillo se ha referido a los opositores en el marco de la crisis política que estalló en abril de 2018.
Es por ello que analistas y juristas nicaragüenses no descartan que el verdadero objetivo de Ortega esté lejos de defender a las niñas de los violadores, un delito por el que su hijastra Zoilamérica Ortega Murillo lo acusó en 1998 aunque sin éxito, ni siquiera establecer la cadena perpetua, sino realizar reformas a la Constitución de cara a las elecciones de 2021.