Internacionales · 12/01/2021

FBI advierte sobre protestas armadas y ataques a capitolios estatales de cara a posesión de Biden

La posesión presidencial del demócrata Joe Biden se encuentra bajo amenazas de seguridad. El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) informó que detectó planes para “atacar todos los 50 capitolios estatales” y la sede del Congreso en Washington D.C. desde el próximo fin de semana y se extenderían hasta el 20 de enero, día de la juramentación del nuevo mandatario.

“Se están preparando protestas armadas en los capitolios de todos los 50 estados del país desde el 16 de enero hasta el 20, así como en el Capitolio (de Washington D.C.) entre el 17 y el 20 de enero”, afirma una circular interna del FBI a la que tuvo acceso la cadena estadounidense ABC.

Las amenazas se dan a conocer cuando Estados Unidos aún trata de superar los peores disturbios en su historia reciente contra la sede del Legislativo. El hecho calificado por las autoridades como una “insurrección”, incitada por el propio presidente saliente, tiene ahora a Donald Trump al borde de un segundo juicio político. Se le acusa de haber alentado los actos de violencia contra el Legislativo, tras negarse a reconocer la victoria que obtuvo el demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre y que ganó por un amplio margen de 306 frente a 232, de acuerdo con el conteo del Colegio Electoral.

El asalto al Capitolio, que desafió la certificación de la victoria de Biden, obligó a la evacuación de los legisladores y dejó cinco personas muertas. Decenas han sido acusadas por la violencia, se han abierto casos por terrorismo doméstico y se esperan cientos de arrestos más en las próximas semanas.

“No tengo miedo de prestar juramento afuera”, dijo Biden en referencia al escenario tradicional para la ceremonia de juramento en los terrenos del edificio del Capitolio. Pero también señaló que es de vital importancia que las personas “que participaron en la sedición y amenazaron la vida de las personas, desfiguraron la propiedad pública y causaron grandes daños” rindan cuentas.

El Pentágono también “está al tanto de más amenazas posibles por parte de potenciales terroristas”, según le dijo el secretario del Ejército, Ryan McCarthy, al congresista Jason Crow en una conversación telefónica cuya transcripción fue divulgada por el legislador demócrata.

La posibilidad de un segundo ataque a las esferas del poder estadounidense crece a medida que avanzan las investigaciones sobre el asalto al Capitolio el 6 de enero.

En foros digitales de extrema derecha hubo conversaciones explícitas sobre cómo irrumpir en la sede del congreso, maniatar a los congresistas y qué armas podrían llevar, lo que sugiere que la agresión pudo haber sido mucho peor.

Según las autoridades, los partidarios de la ultraderecha, como el movimiento Boogaloo, planean nuevas acciones que culminen en una denominada “Marcha del Millón de Milicias” el 20 de enero, por lo que las autoridades de la capital estadounidense piden más seguridad.

El comité inaugural presidencial y la alcaldesa de la capital del país, Muriel Bowser les han pedido a los ciudadanos que no viajen para la inauguración. El jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, el general Daniel Hokanson, dijo que se esperan cerca de 10.000 soldados en Washington para el sábado, con el fin de ayudar en seguridad, logística y comunicaciones. Hasta 15.000 efectivos de la Guardia Nacional podrían ser desplegados en D.C.

Bowser pidió al Departamento del Interior que cancele los permisos para reuniones públicas hasta el 24 de enero, fechas hasta la que también se prohibirán incluso los tour turísticos en el Monumento de Washington. “Este período de planificación inaugural tiene que ser muy diferente a todos los demás”, indicó este lunes.

A tan solo nueve días del cambio de Gobierno y cuando se esperaba que liderara las operaciones de seguridad en una de las posesiones presidenciales más amenazadas en Estados Unidos, Chad F. Wolf, el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, renunció este lunes.

Su dimisión se produce justo un día después de que se hiciera pública una carta en la que la alcaldesa de Washington D.C. le pidió a Wolf un nuevo enfoque de la seguridad después de lo que calificó como el “ataque terrorista sin precedentes” de la semana pasada.

*Con Reuters, EFE y medios locales