Destacados / Nacionales · 01/03/2023

Félix Maradiaga habla sobre su excarcelación y cómo percibe ahora la lucha contra la dictadura

El excarcelado político Félix Maradiaga, miembro de Unidad Nacional Autoconvocada (UNA), habló este miércoles con La Mesa Redonda sobre cómo ha sido su integración al mundo de la libertad y su entorno familiar después del infierno carcelario que le tocó vivir.

Además contó cómo percibe actualmente la lucha contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.

“La violencia es el lenguaje de los brutos”

Maradiaga, quien fue excarcelado y desterrado de Nicaragua el pasado 9 de febrero, aseguró “la violencia es el lenguaje de los brutos y precisamente las dictaduras saben interactuar con mayor agilidad en el ámbito de la violencia”, en referencia a su encarcelamiento y torturas.

Hay que recordar por precisión y por honestidad histórica que en febrero del año 2021 los principales candidatos y candidatas dentro de la oposición habíamos firmado un documento, un compromiso para escoger a un candidato o candidata única, y cuando Ortega se dio cuenta de eso, a muchos de nosotros nos encerró”, declaró.

Cuando estábamos a punto de escoger ese candidato único de la oposición, nos encarceló absolutamente a todos porque a Ortega le queda absolutamente claro de que aún en su propio territorio, aún con sus propias reglas el pueblo nicaragüense estaba dispuesto a darle una bofetada en su rostro de forma simbólica desde la no violencia que es el voto”, continuó.

No obstante, el dirigente político aclaró que la idea de “ir a elecciones en ese marco de injusticias” era “una etapa que teníamos que quemar”.

Asumimos muchísimas críticas con toda la razón por haber participado en un proceso preelectoral, pero creo que la historia demostró que ese proceso era fundamental para demostrarle al mundo entero que no se pueden tener elecciones con un tirano en el poder (…) Lamentablemente la comunidad internacional tiene que ver que esas etapas se van quemando para poder llegar a una nueva etapa de lucha. Pero esas etapas de lucha, no se pueden hacer si nuestro corazón se llena de desesperanza, si nuestro corazón se llena de odio y si nuestro corazón empieza a procurar la violencia como alternativa”, comentó.

Interrogatorios no lograron romperlo

Maradiaga contó que los interrogatorios a los que fue sometido en la cárcel policial ‘El Chipote’ no lograron quebrantarlo.

Esos interrogatorios, que eran interrogatorios interminables, nunca nos rompieron, a muchos nos trataron incluso de filmar con una cámara puesta durante largas horas para que emitiéramos responsabilidades de cosas que no habíamos hecho; y absolutamente nadie, ni una sola persona de los que estábamos en El Chipote y estoy seguro que hablo en general también para los que estaban en otros centros de detención, lograron rompernos el corazón, ni tampoco doblarnos el brazo, mantuvimos todos una serenidad y una firmeza que hoy a mí me hace sentir todavía más orgulloso del pueblo de Nicaragua, de aquellas personas que pasaron por las cárceles”, expresó.

“Monseñor Álvarez es la voz moral de Nicaragua en este momento”

El excarcelado político también se refirió a la situación del obispo Rolando Álvarez, quien se negó a ser desterrado de Nicaragua el mismo día de su excarcelación.

Monseñor Álvarez ha hecho algo todavía más extremo, que es precisamente poner en una balanza su propia libertad o la libertad de todos, y yo creo que eso demuestra de que él no es solamente un líder religioso, es la voz moral de Nicaragua en este momento. Ortega no tenía sus cálculos políticos la impresionante valentía de monseñor Álvarez”, señaló.

Maradiaga anunció que estará esta semana en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde fue invitado a dar su testimonio. Subrayó que su discurso estará concentrando específicamente en el caso de los presos políticos que aún están secuestrados en las cárceles de Nicaragua “y en el caso de monseñor Álvarez”.

“Con Ortega en el poder no puede haber elecciones libres y transparentes”

Además, Maradiaga insistió que no se puede ir a unas “elecciones libres y transparentes” con Ortega en el poder, pero que tampoco la lucha armada puede ser una opción para salir de la crisis en Nicaragua.

Todos los nicaragüenses queremos elecciones libres y transparentes. En Nicaragua creo que nadie racionalmente cree que el cambio es por la guerra y el derramamiento de sangre, pero son elecciones verdaderamente libres, verdaderamente democráticas, verdaderamente participas y es claro que con Ortega en el poder, poniendo él las reglas del juego ese tipo de elecciones no son posibles”, sostuvo.

Recalcó que su participación pre-electoral en 2021 fue para “quemar etapas” de cara a demostrar lo que Ortega era capaz de hacer para ir a elecciones sin candidatos de la oposición, a quienes encarceló.

Las elecciones son una condición necesaria, más no suficientes para la democracia (…) No pueden ni siquiera haber conversaciones o pensar en negociaciones o en elecciones mientras hayan presos políticos. Pero también hay un tema de crímenes de lesa humanidad, hay un tema también de despojo arbitrario de la nacionalidad, es decir ahora tenemos una cantidad de temas que en mi opinión la discusión electoral debe pasar totalmente a la periferia y concentrarnos en cómo sacamos al régimen haciendo cosas distintas desde la no violencia”, aseveró.

Maradiaga recalcó “no avalaría ningún tipo de cambio que no sea por la vía de la no violencia”.

Tiempo a la familia

Finalmente, Maradiaga aseguró: “Salgo de esa cárcel más fortalecido espiritualmente. Pero además de eso, con el mayor compromiso de dar a la familia el tiempo que merecen, a veces cuando uno entra en estas dinámicas no se da cuenta del enorme costo humano de los menores de edad. Mi hija Alejandra sufrió mucho en mi ausencia, mi esposa, mi madre (…) Pero también es tiempo de sanar emocionalmente, hay muchas cosas que a veces uno no se puede dar cuenta que las tenés, yo he dicho que le quiero hacer una auditoría a mi corazón para estar seguro que de ese lugar salgo con la serenidad, con la espiritualidad, con el compromiso de no llenar mi corazón de odio”.