Nacionales / Salud y Vida · 04/06/2020

FIDH y CENIDH denuncian que muertes por COVID-19 en Nicaragua son 20 veces superiores a la cifra oficial

La Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) denunciaron a través de un comunicado conjunto que en Nicaragua el régimen de Daniel Ortega intenta minimizar las muertes por COVID-19, mientras los casos de contagio y fallecidos “aumentan exponencialmente”.

Ambos organismos sostuvieron que el 18 de marzo, Nicaragua registró su primer caso y según las cifras oficiales del Ministerio de Salud (MINSA), hasta la fecha se han registrado un total de 46 personas fallecidas por el virus. Sin embargo afirmaron que estas cifras “no son exactas ni conformes a la realidad ya que contrastan con las presentadas por el Observatorio Ciudadano Covid-19 Nicaragua que contabiliza más de 980 muertes por neumonía y sospechosas por COVID-19”.

El Observatorio Ciudadano Covid-19, que goza de mayor credibilidad que el MINSA está conformado por un equipo multidisciplinario que realiza vigilancia epidemiológica comunitaria en el país, y trabaja con información proporcionada por organizaciones, redes, familiares de personas contagiadas con el virus y la ciudadanía en general, haciendo posteriormente una verificación y control de calidad de la información recibida.

La FIDH y el CENIDH consideran que los datos suministrados por el Observatorio Ciudadano evidencian las fallas del régimen Ortega-Murillo para ofrecer datos reales, transparentes y confiables que puedan ser utilizados para dimensionar el impacto de la pandemia en el país. 

“La falta de transparencia del régimen Ortega-Murillo refleja una voluntad de esconder la realidad de las personas que han fallecido a causa del virus y da la percepción que la situación no es grave. Percepción ya creada al negarse a declarar una cuarentena nacional y continuar convocando a concentraciones masivas, exponiendo a los y las nicaragüenses a mayores riesgos que atentan contra su vida”, señalaron.

Agregaron que, el régimen hace caso omiso a los diversos llamados de tomar medidas que contengan la propagación del virus, realizadas por las sociedades médicas nicaragüenses, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Naciones Unidas, entre otras, incluida la falta de respuesta a la petición de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de entrar al país para examinar la situación y hacer las recomendaciones pertinentes frente al tema, traduciéndose en un implícito rechazo.

Jimena Reyes, directora de la Oficina de la Américas de la FIDH, hizo un llamado al Estado nicaragüense para que ponga en marcha medidas que permitan un “conteo certero y transparente del número de casos de contagio y muerte por COVID-19, garantizando una participación y colaboración armónica con la ciudadanía, las asociaciones médicas y organizaciones de derechos humanos del país”.

La FIDH y el CENIDH reiteraron que los Estados deben garantizar el derecho a la vida y a la salud de todos sus ciudadanos, incluso de las personas privadas de libertad, migrantes en su territorio y los exiliados y connacionales que se encuentran fuera del país.

“Es particularmente preocupante la salud de los presos y presas políticas con síntomas de COVID-19 y que de acuerdo a información de sus familiares no han recibido la atención médica adecuada”, añadieron.

*Foto AFP