El excanciller Francisco Aguirre Sacasa fue formalmente acusado por el Ministerio Público orteguista de ser supuesto “tope”, en el delito que se aplica a personas receptoras objetos robados, en el caso de las dos campanas de bronce hurtadas de la iglesia San José Obrero, de la ciudad de Granada.
La acusación del Ministerio Público fue presentada en el juzgado Penal de Audiencias de Granada, sin embargo luego fue llevada al Juzgado de Managua por que el supuesto delito “se consumó” en la capital.
La audiencia inicial-preliminar está programada para el próximo 24 de agosto, en el que también comparecerán por el delito de “robo agravado” los hombres que supuestamente robaron las campanas y que se las vendieron a el excanciller.
La justicia orteguista advirtió a Aguirre Sacasa que este debe ser asistido por un abogado y de no presentarse a la audiencia, podría continuar con su proceso judicial bajo otras medidas cautelares como la prisión preventiva.
El excanciller de Nicaragua fue presentado como un delincuente el pasado 15 de agosto por la Policía Orteguista, horas más tarde liberado. Ese mismo día, Sacasa afirmó a medios de comunicación haber comprado las campanas de bronce a 100 dólares, pero que desconocía que fueran robadas.
“Soy totalmente inocente del crimen de ‘tope’ en la compra de estas campanas. Yo las compré creyendo que habían sido adquiridas de manera legítima”, aseguró.
“Cuando vinieron los policías por primera vez a la casa, él (el vendedor) me pidió disculpas, uno de los que está siendo procesado por esto, él me dijo que lamentaba haberme involucrado en este asunto”, expresó Aguirre.
“Yo lo que voy a hacer es defenderme a través de unos abogados, comprobar mi inocencia en la Corte de Nicaragua, porque yo sé que en el corazón de los nicaragüenses todos saben que yo no soy capaz de haber sido un ‘tope’”, manifestó.
El excanciller aseguró que esta acusación contra él tiene motivos “políticos” por sus críticas al régimen de Daniel Ortega.