Nacionales · 25/02/2022

Genésis Ramos sueña con ser maestra, pero su condición física y la falta de dinero son un obstáculo para alcanzarlo

*Por Voces en Libertad

Genésis Ramos, nació con mielomeningocele, el tipo más grave de espina bífida, una afección que perjudica la columna vertebral y en muchos casos limita la movilidad de las personas. 

Sentada en una silla de ruedas oxidada y con las llantas casi sin aire, a sus cortos 12 años de edad Génesis Ramos Campos, ve cómo su sueño de enseñar a leer a otros niños cada día se le hace imposible de cumplir.

Una deformidad en su columna vertebral diagnosticada por galenos del hospital Antonio Lenin Fonseca como mielomeningocele, la mantiene inmóvil a partir de su cintura y aunque Génesis tiene muy buena actitud y excelente memoria, la falta de recursos económicos para movilizarla hasta un colegio se les hace imposible a sus padres

La escuela más cercana se encuentra ubicada a dos kilómetros de la comunidad rural de San Antonio de Abajo, jurisdicción de la ciudad de Diriamba, Carazo, lugar donde habita la menor junto a sus padres, quienes se dedican al cultivo de frijoles y maíz.

Yo luché con ella para que estudiara, pero la escuela comunitaria me quedaba cerquita, me la llevaba chineada, logramos llegar así hasta segundo grado, pero como ella fue creciendo, se me hizo imposible, para que siga estudiando la escuela de primaria está lejos, tengo que tomar un microbús para llevarla todos los días y la verdad no tenemos esos recursos, porque hay prioridades como son sus pamper”, dijo entre sollozos su madre Leddy Campos.

Leddy Campos y su hija Génesis Ramos

En su mirada tierna y pura se logran ver los deseos que Génesis tiene por estudiar y convertirse en maestra, pues suele jugar sentada debajo de un árbol de chilamate, donde imagina que es la escuela, sus primos y amigos cercanos a su casa son sus estudiantes.

Yo quiero estudiar, pero no puedo ir a la escuela porque sé que no hay dinero para los pasajes, quiero ser profesora para enseñar a niños como yo, yo no me puedo mover, pero si me puedo memorizar las cosas, puedo escribir y puedo estudiar”, expresó emocionada la menor.

La discapacidad no ha sido obstáculo para ser independiente

Aunque la mayor parte del tiempo Génesis pasa sentada en su silla de ruedas, su condición física no ha sido impedimento para ser una niña independiente, suele bañarse, vestirse y hasta ponerse solita su pamper, aprendizajes que ha logrado con ayuda de su madre y su hermana menor de 5 años.

Yo tuve que buscar la manera de enseñarle a hacer sus cosas personales, porque de repente salgo a trabajar y su papá se mantiene en el campo, ella ha sido muy inteligente, se asea sola y hasta aprendió a cambiarse su pamper, ella me dice la deje intentar y ella a cómo puede lo hace”, añade su progenitora.

Génesis, debido al alto daño en su columna, ha sido intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones, sin embargo, no tiene la capacidad para realizar sus necesidades fisiológicas, por lo que tiene que utilizar todo el tiempo pañales desechables. “Ella sola se cambia, es duro esto porque al día se gastan más de cuatro pañales, ella usa de adultos y la bolsa de diez, cuesta 250 córdobas, son las razones por las que nosotros no podemos costear sus estudios”.

El sueño de Génesis Ramos Campos, es que pueda ser incluida en algún proyecto estudiantil a distancia, donde tenga la oportunidad que alguna maestra pueda impartirle clases en su casa, ya que desea tener una promoción de sexto y quinto año en algún colegio de la ciudad.

A mí me gustaría ver a mi hija triunfar y que sea un ejemplo para otros niños con esa discapacidad, yo quisiera tener el dinero para llevarla diario a la escuela, pero no puedo, no tenemos ese dinero, lo poco que ganamos en el campo es para la comida y sus pamper que no le pueden fallar, porque ella no siente cuando hace sus necesidades”, añadió Campos.

Además de los pañales desechables, Génesis necesita una silla de ruedas especial, ya que la que tiene está muy dañada, debido al peso y tamaño ya no cabe, lo que le ha provocado llagas en sus piernas que también le impiden movilizarla hacia la escuelita rural.

Génesis Ramos

¿Qué es la mielomeningocele?

Según la enciclopedia médica de Google, la mielomeningocele es un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente, provocando un conducto raquídeo incompleto, donde la médula espinal y las meninges sobresalen de la espalda del niño.

Para doña Leddys Campos, madre de Génesis, no fue nada fácil saber de la condición física con la que nació su segunda hija, puesto que durante su embarazo siempre le hicieron saber que todo marchaba bien.

Yo nunca me hice un ultrasonido, siempre fui al centro de salud de mi comunidad, pero nunca me dieron una orden, cuando la niña nació a mí me llevaron al hospital San José de Diriamba, pero me trasladaron al regional de Jinotepe, yo vi que la niña tenía una popita de agua en la espaldita, pero los médicos no dijeron nada y me mandaron en ambulancia al hospital Antonio Lenín Fonseca donde me dijeron que la niña tenía esa enfermedad”, narró Campos.

A consecuencia del padecimiento de la menor, se le desarrolló la enfermedad de microcefalia, lo que provoca que su cabeza se llene de agua y crezca el doble de lo normal, sin embargo, gracias a una válvula que le fue colocada en su cabeza hasta la fecha no ha vuelto a crecerle.

Génesis es una niña que juega, tiene sueños y metas que desea cumplir a largo plazo, pero necesita de mucha ayuda para poder lograrlo. Ella utiliza pamper de adulto talla S, además necesita un colchón ortopédico que le ayude a mejorar su postura y así aminorar sus dolores.

Su madre Leddys Campos le hace el llamado al Estado de Nicaragua, para que puedan apoyarla con los estudios de su pequeño ángel, el cual sueña en convertirse en una maestra de primaria, “solo quiero que mi niña cumpla sus sueños de estudiar, que me la tomen en cuenta en algún proyecto comunitario, que vengan a darle las clases y que sus diplomas sean válidos”.