Nacionales · 07/03/2020

Gerson Snayder Suazo demanda que retiren el nombre de su padre de estación policial de Chichigalpa

Luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, sancionara a la Policía Orteguista debido a “su papel en el abuso grave de los derechos humanos en Nicaragua”, el joven excarcelado político Gerson Snayder Suazo redobló su demanda para que a la estación policial de Chichigalpa se le quite el nombre de su difunto padre, el comisionado Juan José Suazo, quien falleció en un accidente de tránsito en octubre del año 2015.

Suazo, señaló que su padre entregó su vida a la institución bajo el lema de “honor, seguridad y servicio”, y no para rendirle lealtad a la pareja de dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.

El comisionado Juan José Suazo, fue el segundo jefe de la Policía en Chichigalpa, antes de que la estación policial fuera inaugurada en septiembre de 2019, su hijo Gerson ya había denunciado y solicitado que se retirara el nombre de su progenitor del edificio (supuestamente valorado en 16 millones de córdobas), porque mancha y va en contra de la memoria de su padre, a quien recuerda como un hombre de bien, que estuvo al servicio de la población chichigalpina.

Gerson Snayder Suazo junto a su padre el comisionado Juan José Suazo (q.e.p.d.)

El jueves 6 de marzo, el gobierno de Estados Unidos acusó a la Policía de usar “munición real contra manifestantes pacíficos y de participar en escuadrones de la muerte, así como de llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y secuestros”.

“El régimen de Ortega ha utilizado a la Policía Nacional de Nicaragua como una herramienta en su campaña de represión violenta contra el pueblo nicaragüense”, dijo el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin.

>> EEUU sanciona a la Policía Orteguista y a tres comisionados generales

Es por ello, que Suazo reiteró una vez más que no desea que el nombre de su padre esté siendo utilizado por una Policía que tiene las manos manchadas de sangre y acusada de crímenes de lesa humanidad.

“Ahora tras las sanciones y tras nombrar a esta Policía como un órgano terrorista, estoy haciendo el llamado a que retiren el nombre de mi papá de esa Policía, porque él no representa a un grupo terrorista, la memoria de mi papá no representa eso”, dijo el joven en declaraciones a La Mesa Redonda.

“Retiren el nombre de mi papá (…) La memoria de mi papá no les representa, porque él fue un hombre de bien, un hombre recto, fue un hombre ético, transparente, que protegía a la ciudadanía. Se esmeraba por cumplir el lema de ‘honor, seguridad y servicio’, él entregó la vida a la lucha en contra de la delincuencia y a favor de la tranquilidad del pueblo”, insistió Suazo.

Estación Policial de Chichigalpa que lleva por nombre comisionado Juan José Suazo / Foto cortesía

Asimismo, el excarcelado político expresó su agradecimiento al gobierno estadounidense por sancionar “al brazo opresor de Daniel Ortega, como es llamado hoy en día –no Policía Nacional–, sino grupo terrorista, que opera en contra de la paz, la dignidad y la armonía; sembrando odio, terror y asesinando al pueblo nicaragüense”.

Gerson, quien actualmente se encuentra exiliado en Costa Rica debido a la persecución del régimen orteguista, y su Policía, –que giró una orden de captura en su contra por el falso delito de robo–, aseveró que tras las sanciones a la institución policial, también debe ser sancionado el Ejército de Nicaragua porque “cedió las armas a los paramilitares. Solo esta institución podía tener ese tipo de armamento”, aseguró.

>> Sanción a la Policía es “golpe mortal” para el régimen Ortega-Murillo, dice analista

El artículo 26 de la Constitución Política de Nicaragua, establece que todo ciudadano tiene derecho “al respeto de su honra y reputación”, por lo que la Policía Orteguista estaría violando dicho artículo al usar el nombre del comisionado Juan José Suazo, sin el consentimiento de sus hijos, en este caso Gerson Snayder y su hermana.

Suazo, se involucró en las protestas contra el régimen Ortega-Murillo y en octubre de 2018 fue detenido por los policías que antes eran subordinados de su padre. Estando preso, los agentes lo desnudaron, lo interrogaron y golpearon. Incluso le dijeron que agradeciera ser hijo de quien era porque de otra forma lo hubieran torturado.

La justicia orteguista lo condenó a 18 meses de cárcel por el delito inventado de “entorpecimiento de servicios públicos”, luego fue excarcelado el 11 de junio de 2019, bajo la polémica “Ley de Amnistía”.