Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua importaron U$432,1 millones de ropa de segunda mano en 2021

La industria de la ropa usada en Centroamérica dejó de ser solo una oportunidad de ahorro y se perfila como una actividad millonaria con potencial de seguir creciendo.

El fenómeno de la ropa de segunda mano no es nuevo en la región, pero pasó de ser una oferta común de los mercados populares a hacerse espacio en tiendas especializadas para atender una cada vez mayor demanda de los consumidores de clase media.

Los defensores e impulsores del modelo ven en la reventa un modelo ecológico que busca reducir el peso de la moda rápida, en contraste hay sectores que los señalan de impactar la competitividad de productores textiles locales o de competir con cadenas establecidas de ropa nueva.

Según estudios de Green Peace, la “fast fashion” genera más de 92.000 toneladas de residuos textiles, de los que una parte importante termina en vertederos a cielo abierto o es incinerada. Esto representa el 10 % de la contaminación global mundial.

¿Dinamizador económico?

A escala mundial, el comercio internacional mayorista de ropa de segunda mano mueve actualmente entre US$1.500 millones y US$3.400 millones al año. Sus defensores ven en ella una apuesta ecológica para disminuir la llegada de prendas a botaderos.

Un estudio elaborado por Garson & Shaw, mayorista de ropa de segunda mano con sede en Estados Unidos, destaca que el valor nominal de las importaciones de ropa de segunda mano en los países de Centroamérica, excluyendo a Costa Rica y Panamá, creció en US$274 millones entre 2011 y 2021, hasta los US$432,1 millones.

Las compras de Nicaragua crecieron casi un 280 % durante ese periodo, en tanto que las de Guatemala, Honduras y El Salvador subieron en 180 %, 194% y 183 %, respectivamente. Este número convierte a los países en el importador 19, 9, 17 y 23 a escala mundial, respetivamente.

Garson & Shaw indica que la importación de este tipo de prendas se ha convertido en una oportunidad que impacta a pequeños negocios los que proliferan por la oportunidad que representa revenderlas.

Oportunidades laborales

La fuente estima que el sector podría generar más de tres millones de puestos de trabajo en los países centroamericanos analizados para principios de la década de 2040 si se mantiene la tasa de crecimiento de la demanda.

Lisa Jepsen, CEO de Garson & Shaw, afirmó que “es probable que los puestos de trabajo en este sector se dupliquen en Centroamérica en los próximos veinte años, pasando de 1,5 millones en la actualidad a más de 3 millones en 2042… en particular a las mujeres y los jóvenes, a quienes apoya para establecer sus propios negocios”.

La actividad, defiende la fuente, también se ha convertido en un importante contribuyente a las arcas estatales. La firma proyecta que esta industria genere cerca de US$200 millones en ingresos fiscales anuales para estos países. Solo en 2021, los ingresos fiscales generados por el sector de la ropa usada en Guatemala fueron de US$40,2 millones, en Nicaragua de US$23,7 millones, en Honduras de US$34,1 millones y en El Salvador de US$16,1 millones.

La industria es consciente de que su crecimiento está generando medidas gubernamentales, algunas dirigidas a proteger la producción de industrias nacionales y otras a imponer tasas a la actividad que estuvo sin regulación por varios años.

Garson & Shaw defiende que la actividad debe ser fomentada en favor del potencial de empleo que tiene.“Los gobiernos deben desistir de imponer medidas como impuestos sobre el valor añadido a las importaciones de ropa usada… El Estado debe garantizar la inversión a largo plazo en infraestructuras para apoyar plenamente la industria de la ropa de segunda mano”.

La empresa recalcó también que la importación de ropa usada Latinoamérica y otras partes del mundo en desarrollo es una “realidad imparable”, mientras que las medidas para prohibir las importaciones probablemente sean contraproducentes. “La clave está en configurar la evolución de la industria para maximizar la inclusión económica y social”, concluye la fuente.

*Estrategia y Negocios