El sancionado Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, despotricó este jueves contra los opositores, empresarios y obispos de Nicaragua, según él para defender “el derecho revolucionario” del régimen de Daniel Ortega que afirmó es “irreversible e indestructible”.
Durante una sesión especial para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos, el Parlamento de mayoría orteguista, dedicó unos minutos a “las víctimas del terrorismo”, es decir invitaron a familiares de policías que fallecieron en el contexto de las protestas de 2018.
Entre los asistentes estuvo el sancionado Ramón Avellán, subdirector de la Policía Orteguista, y a quien Estados Unidos responsabiliza del asesinato de 107 personas durante los meses más álgidos de las protestas contra el régimen de Daniel Ortega.
Porras, señaló que solo la revolución de Ortega “es capaz de conseguir la paz” y que en el 2021, el FSLN no disputará el poder, sino que lo defenderán.
“En el 2021 nosotros no vamos a disputar el poder, vamos a defender el poder de la revolución. ¿Qué más nos pueden hablar de derechos humanos si el sistema capitalista es el principal violador de todos los derechos de los humanos?”, dijo Porras, quien afirmó que antes los derechos humanos eran “para los ricos”.
“Estos terroristas quieren regresar, no les bastó vivir gracias a la revolución en paz 10 años, con crecimiento económico, uno de los mayores en América Latina de 5.1% anual”, agregó.
El sancionado sostuvo que para la oposición es “un sacrilegio” que él “un sindicalista” haya llegado al Parlamento.
“Ellos querían tener una Asamblea donde ninguno de nosotros estuviera aquí, ¡uy! sacrilegio un sindicalista de Presidente en la Asamblea Nacional, sacrilegio para ellos, debería ser un empresario, y no tenemos nada contra empresarios que se dedican a trabajar”, comentó.
Porras apuntó que “no hay mal que por bien no venga” y que “Dios sabe lo que hace”, en referencia a los obispos que según él “torturaron y golpearon”, que “son lobos vestidos con piel de ovejas”.
El sancionado culminó diciendo que los orteguistas son “más humanos” que los que se suben en un helicóptero para ir a su trabajo. “En este país solo hay uno o dos que hacen eso. Quizás nosotros somos más humanos que ellos, no quizás, seguro, nosotros los trabajadores el pueblo de Nicaragua, nuestros hermanos, madres, nuestros policías somos verdaderamente humanos y por eso tenemos derechos humanos, nadie nos lo puede quitar y lo vamos a defender”, concluyó.