La defensora de derechos humanos, Haydee Castillo aseguró este lunes que la oposición de Nicaragua integrada en la Coalición Nacional “cayó en la trampa” del régimen de Daniel Ortega al querer ir a elecciones, sin antes haber conseguido el clima de libertad que el pueblo necesita.
A juicio de la también integrante de los movimientos Nicaragüenses en el Mundo, y Nicaragüenses en el Exilio, “aquí se puso la carreta delante de los bueyes” al estar desde hace seis meses discutiendo temas como la toma decisiones dentro de la Coalición y sus disputas internas con los partidos políticos, en lugar de estar haciendo presión nacional e internacional para lograr el desconocimiento de Daniel Ortega y mandato “ilegítimo”.
“No podías primero creer que las elecciones eran el punto de partida, cómo podés ir a elecciones, primero sin casilla, sin reformas, mirá cuantos meses llevamos y al día de hoy ninguna señal, con el país tomado por paramilitares. No es que haya que renunciar a las elecciones, las elecciones son derechos irrenunciables que tenemos los nicaragüenses. La pregunta es, primero vas a ir a elecciones o primero vas a luchar por un clima de libertades que te permita ir a ese proceso electoral con las garantías necesarias”, dijo Castillo en entrevista con La Mesa Redonda.
Según la activista, la percepción que los nicaragüenses dentro y fuera de Nicaragua tienen es que los partidos políticos dentro de la Coalición Nacional están en un conflicto de intereses en el que buscan ser “la segunda fuerza” y no sacar a la dictadura Ortega-Murillo.
Apuntó que si bien la Coalición Nacional “generó expectativa” hace seis meses, en la actualidad “por las vísperas se saca el día”, es decir que la mayoría de la población desconfía en la Coalición por los partidos políticos, y “esas advertencias no se tuvieron en cuenta y hoy estamos viendo los resultados”, señaló.
“Desde febrero que se anunció la conformación de la Coalición ya llevamos varios meses en que lo que se observa es toda una disputa interna en donde no se han podido conciliar los diversos intereses entre los actores con lo cual se estará construyendo esa Coalición… Y probablemente tiene que ver con que hay intereses que son irreconciliables probablemente algunos de los actores que son miembros de la Coalición y fueron co-partícipes de las causas de fondo que llevaron al pueblo de Nicaragua a la rebelión de abril”, afirmó.
Castillo apuntó que la lucha no es solo contra la pareja dictatorial, por un cambio de persona en el poder, sino “por el cambio de un sistema” donde –asegura– se han visto “coludidos todos los partidos políticos sin excepción que hoy gozan de personería jurídica”.
A ellos también se suman “las grandes cúpulas económicas donde convergieron el gran capital y el nuevo capital que vino enriqueciéndose producto de la corrupción, que es esas nuevas empresas vinculadas con la familia dictatorial Ortega Murillo”, aseveró.
Lo primero es un plan de resistencia y presión
Otra dificultad en la Coalición Nacional, a juicio de Castillo es que la prioridad es la construcción de un “plan de resistencia, y de presión interna y externa para poder construir ese clima de libertades” que lleven a unas eventuales elecciones.
Haydee es parte de uno de los tantos movimientos civiles que forman parte de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y manifestó que al anunciarse la creación de la Coalición Nacional, estos enfatizaron que lo primero era construir ese plan de resistencia y de presión; sin embargo “lo que se hizo fue todo lo contrario, se ha caído hasta hoy en la trampa del régimen de enfocarse nada más en un proceso electoral con reformas, sin que haya más presión, el régimen está cómodo con ir a un proceso electoral que probablemente lo que va a hacer es darle legitimidad, pero además tiene un grupo de actores que no está demostrado que en realidad son oposición al régimen Ortega-Murillo”, advirtió.
Sobre esto último, la activista puso como ejemplo que uno de los partidos políticos que integra la Coalición Nacional tiene funcionarios trabajando de forma cercana con el régimen y prácticamente “co-gobernando” con este.
“El PLC todavía tiene más de 200 funcionarios y funcionarias de personas de confianza del Partido Liberal Constitucionalista, incluida la hija (María Dolores Alemán) del presidente honorario de este partido (Arnoldo Alemán) que es miembro de la Contraloría General de la República, un montón de diputados en la Asamblea Nacional que ninguno de ellos ha tomado distancia, sino que están co-gobernando con el régimen Ortega-Murillo, que está señalado internacionalmente de haber cometido crímenes de lesa humanidad”, reprochó Castillo.
“Cómo querer hacer los cambios con las mismas personas que provocaron la grave situación”, cuestionó.
Recalcó que es vergonzoso que la comunidad internacional esté viendo que los integrantes de la Coalición Nacional que se supone es la fuerza opositora para derrotar a Ortega, tenga entre sus integrantes a partidos políticos como el PLC que instauró el pacto Alemán-Ortega en el país.
“Vemos una carta que aparece en el despacho de la OEA donde este partido (PLC) más bien envía un mensaje a la comunidad internacional diciendo ‘señores por estrategia (bipartidismo), mantengamos esto’ entonces da pena porque la comunidad internacional va decir ‘y entonces, no es que el pueblo de Nicaragua lucha por ciudadanizar el sistema electoral de Nicaragua’”, subrayó.
Sobre el plan de resistencia y presión, opinó que la oposición a nivel nacional debería ir a un paro nacional donde los empresarios participen, y dejen de pagar impuestos.
Y en un caso más extremo, “tocar el tratado de libre comercio de EEUU con Nicaragua, tocar el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Nicaragua”, para “quitar los eslabones que hasta este momento sostienen al régimen”, expresó
Castillo recalcó que el pueblo opositor azul y blanco merece tener una casilla propia y no utilizar una de los partidos políticos ya existentes.
En este caso ve viable que los movimientos cívicos integrantes de la Coalición Nacional se “refresquen” porque “están empantanados”.