La Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua expresó este jueves su preocupación por el desempleo, la carestía de la vida, los bajos salarios y la profundización de la pobreza en Nicaragua, que se acentúan más con la delincuencia común y “la violencia institucionalizada acompañada de leyes punitivas”.
En un mensaje enviado a los “fieles católicos y personas de buena voluntad”, la Iglesia católica señaló que, en el “intento de buscar luz en medio de lo que estamos viviendo” tiene presente las palabras del Papa Francisco: “Hay reglas económicas que resultaron eficaces para el crecimiento, pero no así para el desarrollo humano integral. Aumentó la riqueza, pero con inequidad, y así lo que ocurre es que nacen nuevas pobrezas”.
Reiteró su rechazo a lo que ha considerado “leyes represivas” que cercenan las libertades más básicas y fundamentales de los nicaragüenses.
“Vemos cómo aumenta la delincuencia común y la violencia institucionalizada acompañada de leyes punitivas que no solucionan estos problemas y más bien conducen a condenas selectivas”, apuntó.
Hizo eco de las palabras del Papa Francisco en las que afirmó que todos los cristianos y los hombres de buena voluntad “estamos llamados a luchar por la defensa de la vida en todas sus formas; mejorar las condiciones carcelarias respetando la dignidad humana de las personas privadas de libertad; y en relación a la cadena perpetua, que ésta es una pena de muerte oculta”.
La Iglesia Católica conoce de primera mano la vida política de Nicaragua, ya que medió entre el régimen de Daniel Ortega y los opositores durante el estallido sociopolítico de 2018, en el llamado diálogo nacional, que concluyó cuando Ortega incumplió su compromiso de respetar la Constitución en lo referido a los derechos humanos y las libertades públicas.