Opinión / Ensayos · 23/02/2021

Incoherente e incoherencias

Por JERSES

Quienes tuvimos la paciencia y entereza de aguantarnos, escuchamos el discurso de Daniel para que no nos cuenten cuentos y nos culpen de no estar pendientes del mal que nos puede venir, resultó ser otro discurso más, sin imaginación, vacío y falto de sustentación, con contradicciones, gazapos y libre interpretación de la historia, con acusaciones donde todos somos culpables menos él y su tropel de aberrantes amigos.

Insiste en mentir, juzgar los hechos y a los actores con los valores de hoy según su visión, aunque él comete las mismas atrocidades del ayer, pero eso no lo ve, se hace la víctima a pesar que es un depredador.

Habla de solidaridad y entendimiento mundial, pero es incapaz de sentarse a dialogar con la gente que no piensa igual que él. Sabemos lo que dijo y bien podemos concluir que nada dijo porque de ideas atropelladas nada se saca en conclusión, pero centremos la atención en lo que dejó de decir, al omitir la situación del país dejó en el tintero el plan de vacunación, medidas a tomar para hacer frente al desastre económico que aprieta cada día más, de reformas electorales ni hablar, concluimos con su silencio que no tiene intenciones de ceder el poder por eso nos quiere llevar al borde del abismo para que en ese momento nos contentemos con lo poco o nada que pueda ofrecer, pero él sabe bien que el tiempo corre en su contra, tiene que ceder y dar cabida a las elecciones, que los partidos políticos de papel no tienen arrastre ni credibilidad, son lo que son, figuras de adorno que a nadie van a convencer, son extras y dobles que por una paga van a desempeñar el papel para el que reciben un vilipendio.

Él ve con preocupación que la unión poco a poco se va dando y que a la más mínima oportunidad para que las elecciones se den en buena lid las va a perder, no me cabe la menor duda que ha acariciado la opción de suspender las votaciones y la serpiente lo debe de tentar pero sabe bien que solo no podría sobrevivir, todas sus opciones conducen al mismo lugar, el fracaso lo espera, su derrota está asegurada porque no podrá capear la tempestad ni el caos que se va a desatar y cualquier cosa que haga tiene todas las de perder, de él depende el precio que está dispuesto a pagar porque esta vez no habrá impunidad y la ira del mismo pueblo que él patrocinó no la podrá contener.