Internacionales · 20/02/2020

Nicolás Maduro declaró en emergencia a la estatal petrolera PDVSA

Una decisión que deja ver la crisis que vive el sector del petróleo en Venezuela. Nicolás Maduro declaró en emergencia a la estatal petrolera PDVSA y anunció que creará una “comisión presidencial” para reestructurar la industria petrolera del país.

«Declaro la emergencia energética de la industria de hidrocarburos a los fines de adoptar las medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad energética nacional y proteger a la industria de la agresión imperialista», puntualizó Maduro.

Al mismo tiempo, indicó que la comisión «tendrá todo el poder para iniciar el proceso de cambio, transformaciones y defensa integral de toda la industria petrolera» y añadió «estoy poniendo todo el poder del Estado y de la nación para entrarle a Pdvsa con todo (…) les estoy dando el poder, para que ustedes dirijan y conduzcan la industria petrolera hacia un nuevo modelo de gestión socialista del siglo XXI».

El organismo estará encabezado por el vicepresidente de economía Tareck el Aissami, quien fue sancionado por el Gobierno estadounidense en febrero de 2017 señalado de narcotráfico. Según el Departamento del Tesoro, el funcionario juega «un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos», con destinos que incluyeron México y Estados Unidos.

La decisión se produce un día después de que Estados Unidos anunciara sanciones contra Rosneft Trading, una filial de la petrolera rusa Rosneft que se ha convertido en un intermediario importante para el crudo venezolano desde el año pasado, cuando Washington impuso multas a PDVSA.

Maduro condenó las multas contra Rosneft y volvió a culpar a Estados Unidos de la situación que vive el país. “Quieren destruirnos para dominarnos, para colonizar a Venezuela (…) Nos quieren destruir para oprimirnos”, afirmó.

Como parte de su declaración de emergencia, el régimen venezolano estableció como meta que el país aumente su producción de crudo a 2 millones de barriles por día este año, más del doble de los niveles actuales.

De acuerdo con Maduro, «un país como Venezuela debería estar produciendo cinco o seis millones de barriles» y agregó que «no acepto excusas, o producimos o producimos. Venezuela tiene que ser una potencia petrolera».

En medio de su intervención, Maduro atacó una vez más al líder opositor Juan Guaidó al que calificó de «rata de cañería vende patria». Además, hizo un llamado a los trabajadores de PDVSA para que imiten el comportamiento de los empleados de Conviasa, la aerolínea venezolana, y le griten «traidor, vende patria».