Al menos 28 personas murieron en Nicaragua a causa de las lluvias, fuertes vientos y deslaves ocasionados por el huracán Iota, que tocó tierra el 16 de noviembre en el Caribe Norte del país como ciclón categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, según un reporte del grupo Monitoreo Azul y Blanco.
El número de fallecidos del Monitoreo Azul y Blanco, un equipo interdisciplinario compuesto por personas y organizaciones de derechos humanos, sociedad civil y redes territoriales, contrasta con la cifra de 21 muertos que el régimen de Daniel Ortega reconoce hasta la fecha a causa de Iota.
Entre los fallecidos hay 11 de Matagalpa, 6 en Carazo, 3 en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, 3 en Jinotega, 2 en Managua, 1 en León, 1 en Nueva Segovia y 1 en Boaco.
El informe preliminar, además menciona 38 municipios con ríos desbordados, comunidades y viviendas inundadas, en seis municipios hubo 15 puentes dañados o colapsados y en 11 municipios se reportaron 15 deslaves o derrumbes.
El grupo también señaló las incidencias durante el huracán Iota, entre estos destacan “ausencia e inacción del Estado”, albergues mal preparados, asedio a periodistas y acoso a centros de acopio.
“Denunciamos el manejo proselitista por parte del gobierno Nicaragua de la ayuda humanitaria. Hacer uso de la emergencia con fines proselitistas, es además criminal. Así como también que es necesario que el Estado brinde información de forma transparente sobre las cifras y eventos acontecidos durante el paso del huracán”, concluyó el Monitoreo.